Por HERMANN TERTSCH
El País, Belgrado,
19.03.91
CRISIS EN LOS BALCANES
El Ejército yugoslavo ha abandonado las instituciones
federales y roto su contacto con el Gobierno de Ante Markovic y con la
presidencia colectiva. El ministro de Defensa, Veljko Kadijevic, se negó ayer a
asistir al Consejo de Ministros. Ya el domingo se ausentó de la reunión de la
presidencia. Las comunidades serbias de Krajina y Knin, en Croacia, se
declararon independientes de esta república.
La presidencia colectiva ha quedado sin capacidad resolutiva
con el jurídicamente controvertido cese, por parte del Parlamento serbio, del
representante de Kosovo. El Parlamento serbio se reunió a instancias del
presidente de esta república con el objeto declarado de arrebatar a la
presidencia colectiva esta capacidad, destituyendo al kosovar que, con su voto,
decidió el rechazo a las medidas de emergencia que exigía el Ejército. La
presidencia ha perdido el control de las Fuerzas Armadas, y ahora es el
Gobierno federal el que, permanentemente reunido y ya sin representantes del
Ejército, intenta buscar fórmulas que disuadan a las Fuerzas Armadas de una
intervención militar general.
El diario croata Vjesnik denunciaba: "La
ausencia del general Kadijevic de la reunión de la presidencia demuestra que el
Ejército ya se ha embarcado en el curso anunciado [de una intervención].
Kadijevic y los otros miembros del mando militar están decididos a jugar la
carta de los tanques en la crisis yugoslava".
En sus denodados esfuerzos por evitar cualquier pretexto
para una intervención, los miembros de la presidencia colectiva yugoslava aún
en funciones intentan disimular la inoperatividad de la misma.
Vigilancia armada
Los accesos a Knin, punto vital para las comunicaciones en
la costa croata, quedaron paralizadas por barricadas con vigilancia armada de
los serbios. El Gobierno croata parecía ayer decidido a no intervenir en la
región rebelde para evitar incidentes que serían el pretexto perfecto para la
intervención armada que el Estado Mayor del Ejército tiene ya preparada.
Las fuerzas territoriales y la policía de Serbia y Croacia
han sido movilizadas y llamados sus reservistas. En Croacia, fuerzas populares
de defensa están en estado de alerta.
La presidencia colectiva quedó ayer sin quórum y capacidad
resolutiva al ser destituido por el Parlamento serbio el representante de la
provincia de Kosovo, Riza Sapunxhiu, tal como había exigido Milosevic en su
alocución televisada del sábado.
Los miembros de la presidencia que aún asisten a las
reuniones insisten en que Sapunxhiu sólo puede ser destituido por el Parlamento
de Kosovo, que no existe en la actualidad. Está disuelto tras la liquidación de
su autonomía y el boicoteo de la población albanesa -el 90%- a las elecciones.
Tanto el vicepresidente, el croata Stipe Mesic, como el
representante macedonio, Vasil Tupurkovski, que logró convocar una reunión el
domingo, declararon ayer que la presidencia continúa sus labores constitucionales
y se esfuerza por la participación de todos los ocho miembros votantes en la
próxima, prevista para el día 21.
Los representantes de Serbia, Montenegro y la provincia de
Voivodina, todos seguidores de Milosevic, dimitieron de sus cargos en un claro
intento de liquidar esta presidencia, cuya mayoría había votado contra la
intervención militar en todo el país. El representante de Kosovo se había unido
a los contrarios a la intervención pidió al Parlamento serbio que lo
destituyera.
Tupurkovski manifestó que la presidencia "apoya los
esfuerzos del Gobierno federal de asegurar el funcionamiento mínimo del
Estado". También manifestó que "la presidencia considera que las
medidas propuestas por el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, si bien
constitucionales, no pueden llevar al país a la estabilización y
democratización".
El diario Vjesnik llamaba ayer a los generales a
aceptar las resoluciones de la presidencia en contra de la intervención
"como última posibilidad de salvar a Yugoslavia".
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