Por HERMANN TERTSCH
El País, Bucarest,
02.02.90
UNA NUEVA EUROPA
El Frente de Salvación Nacional (FSN) y las fuerzas
políticas de la oposición en Rumanía llegaron ayer a un acuerdo por el que se
autodisuelve el consejo del FSN y su comité ejecutivo, y el máximo poder
estatal pasa a un Consejo Provisional de Unidad Nacional, constituido por el
FSN y los partidos políticos a partes iguales. El Consejo de Unidad Nacional
estará compuesto por 180 miembros, tres por cada partido actualmente legal, que
son 30, y 90 miembros del FSN.
Además, el Frente se constituirá en partido político para
acudir a las elecciones, tal como exigían las restantes fuerzas políticas. Con
el Consejo del FSN quedará disuelto también el comité ejecutivo del mismo, que
había ejercido como máxima autoridad del Estado desde la revolución de
diciembre, bajo la dirección nominal del presidente Ion Iliescu. La desaparición
de este órgano podría suponer el fin de la influencia política de Silviu
Brucan, el hombre fuerte del FSN a quienes muchos rumanos consideran
el auténtico artífice de la operación de intimidación contra los partidos de la
oposición del pasado lunes y de otras actitudes antidemocráticas mostradas por
el Frente en las últimas semanas. "Su caída podría ser uno de los primeros
grandes éxitos del consenso político y un bien para Rumanía. Es un hombre muy,
muy peligroso. Pero habrá que esperar, porque también es un auténtico cerebro".
El presidente Iliescu calificó ayer de "momento
histórico" la firma del acuerdo. "Ha sido todo un ejemplo de diálogo
constructivo y civilizado. Me siento con la satisfacción que da la misión
cumplida. Hubiera sido muy grave no lograr este diálogo y consenso nacional".
Este éxito del diálogo llega tras una semana de escalada de
la tensión que culminó el domingo y lunes pasados en enfrentamientos callejeros
entre partidarios y adversarios del FSN y pusieron a Rumanía, cinco semanas
después del derrocamiento del dictador Nicolae Ceaucescu, al borde de la guerra
civil.
El presidente Iliescu, radiante, dejó entrar a los
periodistas que aguardaban en los pasillos de la sede del ahora disuelto
Consejo del FSN para que fueran testigos de cómo iba estrechando las manos de todos
los demás 89 negociadores. Asistieron tres representantes de cada uno de los 29
partidos constituidos legalmente y tres del FSN, además del propio Iliescu, el
primer ministro, Petre Roman, y el hasta ahora vicepresidente del Consejo del
Frente, Casimir lonesco.
El próximo 7 de febrero, la mesa redonda se volverá a reunir
para establecer los detalles de la cooperación y las formas de garantizar el
acceso equitativo de los partidos a los medios de comunicación de masas,
especialmente a la televisión. Con el acuerdo de ayer, el FSN cede a algunas de
las reivindicaciones claves de la oposición, aunque siga manteniendo una
mayoría en el nuevo Consejo Provisional de Unidad Nacional.
Con los tres miembros que le corresponden como nuevo partido
y los 90 que entran en bloque, en su mayoría procedentes del CFSN, que contaba
con 145, dispondrá de superioridad numérica. Algunos partidos participantes son
además formaciones muy afines al FSN.
No obstante, la entrada de los partidos en el órgano máximo
del Estado y la disolución del Comité Ejecutivo del Consejo del FSN son éxitos
parciales de importancia para la oposición, que ha logrado que el Frente
abandonara su actitud de erigirse en representante único de la revolución
anti-Ceaucescu.
Todos los partidos participantes mostraron su satisfacción
por el acuerdo que aleja la amenaza de enfrentamientos como los recientes, que,
de repetirse, habrían hecho imposible una campaña electoral con garantías
mínimas. El líder del Partido Nacional Campesino, Corneliu Coposu, de 73 años,
violentamente atacado por los partidarios del FSN en los últimos días, declaró
que "renace la esperanza de la democracia en Rumanía", y se acercó
demostrativamente a felicitar y estrechar ambas manos del presidente Iliescu,
que respondió con efusividad. Coposu fue el máximo líder de la ofensiva contra
el monopolio de poder del FSN. "Queríamos que compartieran el poder y lo
van a hacer". El lunes, Coposu tuvo que ser rescatado por una tanqueta del
Ejército ante la grave amenaza que para su vida suponía una masa de seguidores
del FSN que intentaba asaltarle y llamaban traidor al anciano, que ha pasado
gran parte de la posguerra en la cárcel.
"Con este acuerdo hemos logrado neutralizar el peligro
de la guerra en las calles; en las próximas semanas y meses veremos cuáles son
nuestras posibilidades reales de hacer unas elecciones libres y justas",
manifestó el dirigente del Partido Democrático, Vergil Andrei Viza. Otros, como
Calin Taricanu, del Partido Nacional-Liberal, insistían en la necesidad de cautela:
"El tiempo nos dirá si con esta firma nos hemos equivocado o no. Ahora
está en manos de todos construir el marco para la democracia y el FSN deberá
demostrar su voluntad política real".
Declaraciones de Iliescu
En una breve conversación con EL PAÍS en la sala de
reuniones, el presidente Iliescu expuso sus objetivos políticos y económicos,
que en los últimos días han sido objeto de debate y crítica por parte de
aquellos que le consideran aún tentado por experimentar con estatismos y
planificaciones seudocomunistas.
Pregunta. ¿Va Rumanía ya decididamente hacia la
democracia pluralista?
Respuesta. Sí, tenemos que avanzar hacia la democracia
multipartidista y el acuerdo de hoy es un gran paso en este sentido.
P. ¿Y hacia una economía de mercado?
R. Ése es nuestro objetivo, como lo es de otros muchos
países. Tenemos que avanzar en la construcción de esa economía de mercado, pero
partimos de una situación específica rumana y nos vemos obligados a empezar con
lo que tenemos, con la economía que hoy existe aquí.
El éxito de este primer acuerdo entre todas las fuerzas
políticas existentes en Rumanía era muy inseguro aún pocas horas antes de
concluir la reunión en torno a las cinco de la tarde. El líder del Partido
Nacional Liberal, Radu Campeanu, aún había calificado de
"inaceptables" las ofertas del FSN poco antes del mediodía, después
de casi dos horas de negociación. Campeanu había tenido que huir a través de
una ventana trasera de la sede de su partido en Bucarest cuando centenares de
seguidores del FSN la asaltaron violentamente tras haber golpeado a diversos
seguidores de este partido.
Los periodistas que se hallaban en el antiguo Ministerio de
Exteriores, sede del Consejo del FSN desde la revolución, pudieron escuchar
fuertes aplausos procedentes de la sala. Los partidos y el FSN habían llegado
al acuerdo que abre de nuevo las puertas al diálogo y a una transición hacia la
democracia, acosada por fuerzas del antiguo régimen, por una economía en
absoluta postración y ante la falta de cultura política en este país.
Queda por elaborar el difícil acuerdo sobre el acceso a la
televisión. "El FSN nos ha dicho hoy que no controla la televisión, cuando
todos sabemos que sí lo hace. Ésta será una prueba capital de su voluntad
política. La televisión es el único vehículo capaz de elevar la cultura
política a los niveles necesarios para la democracia. Será una lucha muy
dura", señaló el líder del partido democrático Vita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario