Por HERMANN TERTSCH
El País, Sofía,
04.02.90
UNA NUEVA EUROPA
En la víspera del 9 de noviembre pasado, Bulgaria estuvo a
punto de ser escenario de una matanza similar a la que se produjo en Rumanía,
según confirmó ayer a EL PAÍS el ministro de Defensa búlgaro, Dobri Diurov. Ya
había sugerido en diciembre que el depuesto máximo dirigente, Todor Yivkov,
había estado dispuesto a utilizar los mismos métodos que Nicolae Ceaucescu para
mantener el poder. El principal responsable de que la transición fuera pacífica
fue precisamente el general Diurov, la personalidad más popular del país, según
una reciente encuesta. Diurov, que, según sus palabras, necesitó "gran
habilidad" para mantenerse en su cargo por la desconfianza que hacia él
tenía Yivkov, fue quien neutralizó a Dimitri Stoianov, ex ministro del Interior
y llamado el Beria búlgaro, que intentó evitar el nombramiento de
Mladenov y la apertura.
La policía política y fuerzas de la seguridad adeptas
al clan de Boyana, el grupo de dirigentes comunistas en torno a
Yivkov, estaban dispuestos a salir a la calle a defender su posición con las
armas. El Ejército, unido bajo el mando de Diurov lo impidió. El ministro
señaló a Stoianov como el principal peligro para un derramamiento de sangre en
Bulgaria. El general Diurov goza de gran prestigio no sólo por su intervención
sino también por su vida sencilla.
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