Por HERMANN TERTSCH
El País, Belgrado,
22.03.91
La presidencia colectiva de Yugoslavia, incluidos los
representantes de Serbia y Voivodina, dimisionarios por órdenes del presidente
serbio, Slobodan Milosevic, y exceptuado el representante de Montenegro, se
reunió ayer en una sesión de emergencia con los presidentes de todas las
repúblicas y el primer ministro federal, Ante Markovic, para buscar una salida pacífica
a la crisis de Estado. La reunión se produjo 24 horas después de que Milosevic
pusiera fin a sus intentos de provocar una intervención militar bloqueando la
presidencia colectiva con el abandono de la misma de sus seguidores.
En las repúblicas enfrentadas con Milosevic, encabezadas por
Eslovenia y Croacia, diversos medios expresaron ayer por primera vez, su
certeza de que, aunque el Ejército no ha seguido a Milosevic en su intento de
provocar una intervención militar en todo el país, el alto mando castrense sí
ha hecho un "pronunciamiento" declarándose autónomo del poder civil y
juez de la constitucionalidad de una futura intervención. Los estudiantes de
Belgrado comenzaron ayer a recabar firmas en apoyo de sus demandas de
esclarecimiento de responsabilidades en los incidentes del 9 de marzo, en los
que murieron en la capital dos personas, y de dimisión del ministro del
Interior, Radmilo Bogdanovic, que continúa en su puesto. Según advirtieron
ayer, si sus exigencias no se cumplen podrían comenzar en los próximos días nuevas manifestaciones.
Furibundos ataques
El primer ministro federal, Ante Markovic, víctima de
furibundos ataques por parte de los representantes de la dirección serbia, que
llegó a acusarle de "traición" y "venta del país", se quejó
ayer de no tener acceso a la televisión de Belgrado, controlada por Milosevic.
En un discurso ante el Parlamento federal pronunciado el miércoles, Markovic
manifestó que su Gobierno "mantuvo la situación bajo su control las 24
horas del día, en la medida de sus posibilidades". Markovic aseguró que
"está en permanente contacto con todos sus ministros", negando así
que el de Defensa, el general Vojko Kadijevic, hubiera roto su contacto con el
Gabinete federal.
Estos contactos fueron pocos, según todos los observadores,
pero el fracaso de la "intentona golpista" panserbia de Milosevic,
que tenía en el primer ministro una de sus primeras víctimas potenciales, ha
reforzado a éste. Markovic insistió en que "hay que evitar todo bloqueo de
la presidencia" y "ésta debe ejercer como mando supremo de las
Fuerzas Armadas", extremo en el que difiere ya radicalmente con el Alto
Estado Mayor.
Anoche no había sido emitido comunicado alguno por parte de
la presidencia, si bien son patentes las dificultades de encontrar un mínimo
denominador común de las estrategias de las repúblicas secesionistas, el
debilitado régimen centralista del presidente serbio y el Gobierno federal de
Ante Markovic.
La reunión se celebra bajo la espada de Damocles de una
advertencia militar que ayer quedó aún más clara con la publicación por parte
de la prensa eslovena de un "artículo secreto" del comunicado del
mando supremo militar hecho público el lunes. Según el diario Delo, portavoz
habitual del Gobierno esloveno, el comunicado enviado por el Estado Mayor a las
autoridades civiles de las repúblicas no es idéntico al hecho público. Aquél
cuenta con un sexto punto en el que señala expresamente que "el mando
supremo de las Fuerzas Armadas aplicará por sí mismo -sin consulta con la
jefatura colectiva del Estado- el nivel de alerta adecuado a las circunstancias
y necesidades en la totalidad del territorio yugoslavo".
Según Delo, el Ejército "sigue insistiendo en
las mismas medidas y exigencias que le fueron rechazadas la pasada semana por
la presidencia federal", y "se erige unilateralmente en órgano
competente para aplicar estas medidas".
La mayoría absoluta socialista en el Parlamento serbio
eligió ayer representante de la provincia de Kosovo en la presidencia federal a
Sejdo Bajramovic, miembro del partido de Milosevic y presidente de los
veteranos de la guerra en Pristina.
Sejdo Bajramovic es de etnia albanesa, pero ha destacado
siempre como un radical adversario de las demandas de los albaneses kosovares
a favor de la declaración de la República de Kosovo y en contra de la
liquidación de los derechos nacionales y humanos impuesta por Milosevic en esta
región desde su llegada al poder, en el año 1988. La Liga Democrática de
Kosovo, que agrupa a la práctica totalidad de los albaneses de la provincia, niega
a Bajramovic la mínima representatividad.
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