Por HERMANN TERTSCH
El País, Belgrado,
16.03.91
Los preparativos para un golpe militar en Yugoslavia están
listos. Los cuadros civiles de la trama en todas las repúblicas están
preparados. Las listas de personas a detener, también. "Sólo se trata de
saber si van a cometer esta locura, y mucho indica que están lo suficientemente
locos", señala un opositor. "El Ejército no logró cobertura legal
para su intervención y se trata de esperar para ver si lo deciden sin ella. Si
lo hacen podemos tener muy pronto una guerra civil". El tiempo comienza a
apremiar a los militares y comunistas que quieren interrumpir por la fuerza
tanto los procesos de democratización como la desmembración de Yugoslavia. El
Ejército, cuya legitimidad emana de su victoriosa lucha contra el invasor nazi,
de su plena comunión con el pueblo y de su origen popular y partisano, parece
condenado en la agonía de su ideología comunista a enfrentarse al pueblo.
El Ejército está sin dinero, pierde influencia y sufre
derrotas continuas. No ha podido desarmar a las milicias croatas y no ha podido
detener al ministro de Defensa de esa república pese a acusarlo oficialmente de
traición. Son comunistas ortodoxos. Han recuperado cierta esperanza con el giro
conservador en la URSS y consideran la integridad territorial su máximo deber.
"Si no lo hacen ahora, están acabados", indicó a
EL PAÍS la misma fuente vinculada al movimiento opositor. "Saben que debe
ser antes del 15 de mayo", día en que llegará a la dirección de la
presidencia colectiva el croata Stipe Mesic. Éste, que asumirá así la jefatura
del Estado y el mando supremo de las Fuerzas Armadas, es calificado de
"terrorista y agente al servicio de intereses extranjeros" por Narodna
Armia, revista oficial del Ejército.
Conspiración
Dirigentes comunistas serbios y mandos de las Fuerzas
Armadas acusan desde hace semanas a "agentes occidentales en alianza con
terroristas albaneses y fascistas croatas" de una conspiración para
destruir Yugoslavia. Los agregados de Defensa de EE UU y del Reino Unido en
Belgrado han sido acusados por la revista oficial del Ejército de estar
implicados en este supuesto plan.
El aparato civil para la intervención militar está en el
Movimiento de la Liga de los Comunistas, partido al que pertenecen el ministro
de Defensa y toda la plana mayor del Ejército, así como la crema de la
ortodoxia comunista. Cuenta con unos 400.000 militantes que están dispuestos e
instruidos. En el Ejército, los oficiales que no gozan de confianza de los
golpistas en la quinta región militar -integrada por Croacia y Eslovenia, donde
se espera la mayor resistencia- han sido trasladados en los últimos meses a
Macedonia, Bosnia-Herzegovina y Montenegro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario