Por HERMANN TERTSCH
El País, Sofía,
05.02.90
UNA NUEVA EUROPA
El juicio contra el derrocado jefe del Estado y del Partido
Comunista de Bulgaria, Todor Yivkov, es "extremadamente improbable"
que llegue a celebrarse debido al temor que suscita entre muchos dirigentes lo
que pueda decir en el proceso, se afirma en medios del citado partido. Yivkov
no se encuentra internado en una unidad de vigilancia intensiva, como se
rumorea estos días en Sofía. Ha sufrido, sin embargo, un grave deterioro de su
estado de salud y ánimo al habérsele retirado el suministro de un gran número
de estimulantes y medicamentos que tomaba con asiduidad, según medios del
partido comunista. Se habla también de retrasar el juicio para después de las
elecciones. En la actual dirección son muchas las personas con un fuerte
interés en que Yivkov no hable. No obstante, dada la rápida descomposición del
régimen, en los próximos meses podrían salir a la luz, por un conducto u otro,
revelaciones sobre algunos de los escándalos más oscuros en que se vió envuelto
el Estado búlgaro bajo Yivkov, desde el atentado contra el Papa Juan Pablo II
hasta las misteriosas muertes de disidentes en Occidente.
La existencia en el pasado de campos de entrenamiento para
terroristas y la complicidad en el tráfico de armas y de drogas por parte de
miembros destacados del clan de Boyana son otros escándalos que
podrían estallar pronto, dada la creciente apertura. El nuevo primer ministro,
Andrei Lukianov, tiene "una firme voluntad de acabar con el lodazal
causado por estos mafiosos que han gobernado Bulgaria", señalaba ayer un
miembro reformista del partido. "No obstante, Yivkov se llevará a la tumba
el secreto de muchos de sus crímenes y despropósitos".
El derrocamiento de Yivkov fue, de hecho, un golpe de
Estado. El ministro de Defensa, Dobri Diurov, llegó a sacar los carros de
combate de los cuarteles de Gama Banja, cerca de la residencia presidencial de
Boyana.
El ministro del Interior, Dimitri Stoianov, en un intento de
contragolpe para erigirse él en sucesor de Yivkov envió gran número de miembros
de la policía política a la sede del Comité Central y al consejo de ministros
para intentar detener a Mladenov, a Atanassov y a Diurov.
Las tropas enviadas por el ministro de Defensa neutralizaron
a las fuerzas policiales y se cumplió la advertencia que Diurov hizo a
Stoianov. Este último se encuentra bajo arresto domiciliario.
El juicio de Yivkov liquidaría políticamente a numerosos
miembros de la cúpula política y son muchos los que consideran que de no estar
totalmente quebrada su salud, Yivkov ajustaría cuentas en el juicio. Mladenov,
que ha sido ministro de Asuntos Exteriores bajo Yivkov durante casi dos
décadas, es consciente de ello.
El 10 de noviembre pasado, Mladenov decía: "Permítanme
agradecer al compañero Todor Yivkov su entrega fiel a la causa del partido y de
la revolución. Después del triunfo y durante más de tres décadas, Todor Yivkov
desarrolló una importante labor para la transformación socialista del
país".
No hay comentarios:
Publicar un comentario