sábado, 25 de febrero de 2017

CAUTO OPTIMISMO EN MEDIOS DE LA OPOSICIÓN

Por HERMANN TERTSCH
El País,  Sofía, 12.11.89

HACIA UNA NUEVA EUROPA

Medios de la oposición han mostrado su cauto optimismo tras conocer la caída del hasta el viernes máximo dirigente búlgaro Todor Yivkov. "Este hombre [Yivkov] es responsable personal de muchos crímenes cometidos contra el pueblo búlgaro", señalaba ayer uno de los portavoces de la oposición. Mladenov es, pese a su personalidad tan distinta a la de su antecesor, un dirigente plenamente comprometido con el pasado de represión e inmovilismo en Bulgaria.
Para confirmar que el aparato no quiere recurrir a la manida fórmula de sacrificar al líder para limitar al mínimo los cambios, habrá que esperar a un pleno del comité central que se celebrará próximamente y en el que deberían producirse grandes cambios en toda la cúpula.
El congreso del Partido Comunista Búlgaro (PCB) fue convocado para el último trimestre de 1991, si bien algunos medios en Sofía no creen que dada la velocidad de los cambios en toda Europa del Este, la dirección pueda evitar que sea adelantado.
Tras varios intentos de acabar con la jefatura de Yivkov, que se ha prolongado casi siete lustros, el pleno del comité central adoptó por unanimidad el acuerdo de "aceptar la solicitud del camarada Yivkov" de ser liberado de sus cargos. En lo que parece sugerir un lapsus freudiano a la hora de hacer la traducción oficial al castellano, la agencia BTA señala: "... aceptar la solicitud de ser destituido de todos sus cargos".

Intervención policial
El relevo de Yivkov, que asumió el poder en 1954 se vio favorecida por la violenta intervención policial contra manifestantes el pasado día 26 ante numerosos diplomáticos y delegados asistentes al Foro Ecológico de la Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa, celebrado en Sofía.
Esa intervención policial fue, según manifestaron observadores en la capital búlgara, "el último clavo en el féretro político de Yivkov".
Dicen los búlgaros que Yivkov es el único hombre de la historia que entrará dos veces en el libro Guiness de los récords. Una referencia en este índice de los pluscuamperfectos la merece por haber sobrevivido a su propia estatua, que mandó derribar en su pueblo natal cuando el culto a la personalidad empezó a estar mal visto en Moscú.
La otra la debe a la poca piadosa convicción de los búlgaros de que "es el único ser humano que ha escrito más libros de los que ha leído". Las decenas de tomos de sus obras completas que se encuentran en todos los despachos oficiales tienen los lomos sospechosamente intactos. Tan imposible es, dicen los bienhumorados en Sofía, que Yivkov los escribiera todos como que alguien los haya leído.

Al igual que el soviético Leónidas Breznev, Yivkov parecía convencido de que los torrentes de tinta de impresión que consumían sus libros teñían de formación teórica y virtudes pensadoras la imagen de campesino campeón en ardides que ha tenido entre camaradas y compatriotas en general.

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