Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Praga
El País Lunes,
30.10.89
Las autoridades checoslovacas han cifrado en 350 las
personas detenidas durante la manifestación celebrada en Praga el pasado sábado
en demanda de reformas democratizadoras. Pese a no estar anunciada ninguna otra
manifestación, la policía mantenía vigilado el centro de la capital. La agencia
oficial CTK informó que se produjeron ocho heridos durante los incidentes, que
se prolongaron durante más de seis horas por la parte vieja de Praga. El
Gobierno checoslovaco anunciará previsiblemente hoy si va a inducir a una
repetición de la oleada de procesamientos por "actividades contra el
Estado socialista" que llevó a cabo tras las manifestaciones de hace
exactamente un año.
La violenta represión de una manifestación, el sábado en
Praga, en demanda de libertades políticas y civiles y de la verdad
histórica sobre la invasión que aplastó la primavera de Praga provocó
entonces numerosas protestas durante casi una semana en la capital.
Entre los heridos ese día se encuentran, según fuentes
oficiales, tres policías. Los manifestantes no ejercieron violencia contra las
fuerzas de seguridad en ningún momento, según convicción generalizada entre los
testigos extranjeros. Desde el primer momento de la manifestación inicial en
la plaza de San Wenceslao, se había coreado esta consigna: "Nosotros
tenemos las manos limpias, las armas las tenéis vosotros".
Los dirigentes de la oposición detenidos antes de la
concentración convocada con motivo del 71º aniversario de la creación de la
primera República de Checoslovaquia no habían sido puestos en libertad ayer por
la tarde, según sus familiares. Entre los detenidos se encuentra Milos Hajek,
líder del movimiento reformista Obroda. Otros disidentes, como Jiri Dienstbier
y Petr Uhl, optaron por desaparecer de sus domicilios. El dramaturgo Vaclav
Havel se encuentra aún en el hospital en el que fue ingresado por una afección
pulmonar poco después de ser detenido en su domicilio.
El trato otorgado a la Prensa por la policía durante la
manifestación arroja nuevos interrogantes sobre la cohesión de la cúpula
ortodoxa del partido y el Estado. Checoslovaquia cumple ya rigurosamente los
compromisos que adquirió en la Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa
en materia de visados. Esta actitud del Ministerio de Exteriores contrasta con
los continuos impedimentos, forcejeos y malos tratos de las fuerzas del
Ministerio del Interior a los corresponsales extranjeros. Los policías tenían
obviamente orden superior de velar los carretes fotográficos de corresponsales
y turistas.
Una de las novedades más notorias de la manifestación del
sábado era la tranquilidad demostrada por la inmensa mayoría de los detenidos.
Aunque muchos eran aporreados y zarandeados, tras subir a los vehículos
policiales saludaban por las ventanillas a los manifestantes y transeúntes que
les aplaudían. Su actitud contrastaba con el nerviosismo de la policía. Los
manifestantes parecen haber perdido el miedo a las represalias del régimen. Se declaran
además seguros de que la dirección comunista de Milos Jakes no tiene ya mucho
tiempo para castigarlos por sus "actividades antisocialistas".
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