Por HERMANN TERTSCH
El País, Budapest,
23.10.89
El busto de Carlos Marx, que preside la gran sala de la
universidad de su mismo nombre, tiene que soportar últimamente duras pruebas de
paciencia, desde alocuciones neoliberales del presidente norteamericano hasta
reprimendas más o menos violentas por el desastre económico que el pensador de
Tréveris y sus seguidores han causado en Hungría y otras partes. Una fuerte
ovación de todos los asistentes en pie recibió ayer al delegado del Nuevo Foro
de la República Democrática Alemana (RDA) en la Conferencia del Foro
Democrático Húngaro en esa Universidad de Budapest. Michael Goebel, era uno de
los cinco delegados enviados por el primer grupo de oposición germanooriental. Solo llegó él, debido a impedimentos de la policía de la RDA.
El representante de la disidencia alemana oriental manifestó a EL PAÍS que el
Nuevo Foro de la RDA y el húngaro coinciden en muchos de sus objetivos. La
mayor diferencia era, según él, que el Foro Húngaro es dos años más antiguo que
su organización. La impresión generalizada es que las diferencias son grandes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario