Por HERMANN TERTSCH
El País, Berlín
Este, 17.11.89
HACIA UNA NUEVA EUROPA
El primer ministro de la República Democrática Alemana, Hans
Modrow, logró ayer un acuerdo de coalición con los cuatro partidos del bloque
para presentar hoy el nuevo Gobierno ante la Asamblea Popular. Este acuerdo
liquida en la práctica el papel dirigente del partido comunista (SED) en el
Estado, aún anclado en la Constitución. El Gobierno presentará un programa de
reformas que medios comunistas califican de "radical, duro y
necesario".
Modrow y los líderes de los partidos de la coalición
coincidieron en que el Gobierno quedará desde el primer momento libre de las
mordazas ideológicas y administrativas que el SED impuso a sus antecesores. Por
primera vez, la Prensa de la RDA confirmó ayer que, a principios de octubre, la
anterior dirección del partido y del Estado había preparado una operación
masiva y sangrienta de intimidación en la que estaba previsto que las fuerzas
armadas dispararan contra la multitud en la manifestación de Leipzig del 9 de
octubre pasado.
Medios eclesiásticos en esa ciudad confirmaron que no fue el
actual jefe del Estado y del partido, Egon Krenz, quien impidió una matanza
como sugieren ahora fuentes cercanas a éste. Fue la dirección comunista de
Leipzig y, según supo EL PAÍS, el firme rechazo del Kremlin a esta solución lo
que evitó que la línea de Pekín se impusiera en aquella tensa
situación. La policía y las milicias obreras, en estado de alerta desde el día
4, recibieron munición para hacer fuego real contra la población. Fuentes de
Leipzig señalan que hubo casos de indisciplina en que policía y milicias
manifestaron públicamente su intención de no hacer fuego contra su propio
pueblo.
Moscú veta la 'solución china'
Moscú hizo saber a los partidarios de una solución
china que no podían esperar ninguna ayuda de las fuerzas soviéticas
estacionadas en territorio de la RDA. La revelación de estas intenciones
genocidas hace prever nuevas exigencias de responsabilidades penales contra los
implicados en esta operación Tiananmen. La Asamblea Popular (Parlamento)
deberá confirmar con su voto al nuevo Gobierno, que con unos 25 ministros será
considerablemente más reducido que el anterior, que contaba con 44 carteras.
Según informaciones que cursaban ayer en Berlín, casi la mitad del Gabinete
está compuesta por ministros no comunistas. Modrow presentará un programa que
exigirá sacrificios de la población, fomentará la iniciativa privada en la
mediana y pequeña empresa, reducirá ciertas subvenciones y reducirá el aparato
administrativo.
La Asamblea someterá a voto, asimismo, una propuesta de
creación de una comisión investigadora de los abusos de poder y casos de
corrupción cometidos bajo el régimen de Erich Honecker. Dada la masiva presión
de la opinión pública, se da por seguro que ésta comenzará pronto a trabajar.
Krenz pidió anoche a la Asamblea que se retiren todos los
beneficios parlamentarios de que gozaban aquellos diputados que han sido
purgados por el partido, incluida Margot Honecker, esposa del anterior jefe de
Estado.
Todos los medios de comunicación, maniatados hasta hace tres
semanas, han iniciado una virulenta actividad de denuncia de abusos,
corrupciones y privilegios de la dirección del partido y los sindicatos.
Ayer se anunció la inminente apertura del proceso de
redacción de la nueva ley electoral, otra sobre medios de comunicación y una
tercera sobre reformas del código penal.
En el acuerdo de gobierno se establece la creación de una
comisión parlamentaria para la reforma constitucional que eliminará el artículo
1, que establece la hegemonía del SED.
Los cuatro partidos legales, la oposición, los sindicatos y
las manifestaciones masivas habían exigido la inmediata eliminación de este
precepto heredado del estalinismo, así como igualdad de condiciones generales
de todas las fuerzas de cara a las primeras elecciones libres.
En Bonn, el Gobierno federal y toda la oposición
parlamentaria coincidieron en la exigencia de estas elecciones libres. La Unión
Cristiano Democrática (CDU) pidió también un calendario concreto para la
aplicación de las reformas en la RDA como condición para la ayuda económica que
necesitará el nuevo Gobierno para salir de la grave crisis económica. Kohl anunció
una rápida ayuda, especialmente en el sector de la sanidad, al que la
emigración masiva de médicos hacia Occidente ha situado al borde del colapso.
En Bonn se agravan, sin embargo, las diferencias entre la
CDU, del canciller Helmut Kohl, y el resto de los partidos parlamentarios
respecto a la actitud a tomar ante los cambios habidos.
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