Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Praga
El País Viernes,
15.12.89
HACIA UNA NUEVA EUROPA
La elección del presidente de la República de Checoslovaquia
fue ayer definitivamente postergada para después del congreso extraordinario
del partido comunista (PCCh) que comenzará el 20 de diciembre. Los intentos del
Parlamento comunista de obstaculizar el nombramiento de Vaclav Havel volvieron
ayer a movilizar a decenas de miles de personas que expresaron en Praga su apoyo
al dramaturgo.
Tras una durísima negociación, "la más dura de todas
las habidas desde que comenzaron", según fuentes del Foro Cívico y
concluida a las dos y media de la mañana de ayer, comunistas y oposición democrática
sólo llegaron al acuerdo de que el plazo de dos semanas para la elección
presidencial no se puede cumplir y el jefe del Estado debe ser de nacionalidad
checa y no ser miembro de partido alguno. Alexander Dubcek, eslovaco, se había
adelantado a esta decisión que lo excluye desde un principio, al renunciar
públicamente a su candidatura en favor de Vaclav Havel. Dubcek siguió el
consejo de su compañero en el partido en 1968, el economista Ota Sik, y se ha
sumado al gran movimiento en favor del nombramiento del dramaturgo y símbolo de
la resistencia checoslovaca contra el régimen comunista. Varias decenas de
miles de personas se manifestaron ayer de nuevo en la Plaza de San Wenceslao en
Praga en demanda del nombramiento de Havel como presidente de la República.
La situación política en Checoslovaquia vuelve a ser tensa
por el bloqueo impuesto por el partido comunista en el Parlamento, en el que es
mayoritario, a toda elección directa de Vaclav Havel. Por otra parte, la
inmediatez del congreso del PCCh deja a su actual dirección bajo el secretario
general Karel Urbanek en una interinidad que prácticamente lo anula como
interlocutor para acuerdos a aplicar tras este congreso.
El próximo día 19 de diciembre se vuelve a reunir la
Asamblea Federal, en sesión conjunta de las dos cámaras. Gran parte de los
diputados juegan ahora con la idea de forzar una elección por sufragio
universal para dividir el voto contra el régimen y capitalizar la constante
desinformación de los medios comunistas sobre la persona de Havel.
El nuevo ministro de Asuntos Exteriores de Checoslovaquia,
Jiri Dienstbier, declaró ayer unilateralmente nulos los acuerdos de Moscú que
dan marco legal a la presencia de tropas soviéticas en territorio checoslovaco.
Según Dientsbier, estos acuerdos fueron hechos bajo coacción, por lo que no
tienen validez alguna. No obstante, el nuevo ministro se mostró seguro de que
llegará "pronto" a un acuerdo con la URSS para su retirada.
Dienstbier, hasta hace dos semanas aún represaliado por las
autoridades, compareció ayer en su primera conferencia de prensa oficial.
Declaró que Checoslovaquia no tiene intención de decidir unilateralmente su
salida del Pacto de Varsovia y criticó a sus antecesores por haber practicado
una política exterior "totalmente opuesta" a la de Moscú. "Esto
cambiará de ahora en adelante", declaró. Según anunció, ya ha ordenado el
regreso a Praga de 30 embajadores. También advirtió que ha dado
"instrucciones de que cese de inmediato aquél que en cualquier Embajada niegue un visado a quien haya sido ciudadano checoslovaco".
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