Por HERMANN TERTSCH / AGENCIAS
El País, Madrid /
Berlín Este, 04.12.89
EL FIN DE LA GUERRA FRÍA
El Comité Central del partido comunista (SED) de la RDA, que
tiene 160 miembros, entre los que se incluyen los 13 integrantes del Politburó,
dimitió ayer en pleno, cediendo así a la presión de sus bases, en un anticipo
claro del proceso de desintegración de esta organización. Se ha creado una
comisión para llevar la gestión del partido y analizar la situación hasta el
congreso extraordinario del 15 de diciembre, en el que el actual secretario
general y jefe del Estado, Egon Krenz, se juega su futuro. El ex dirigente
alemán oriental Erich Honecker y otros 11 destacados mandatarios de la vieja
guardia, entre ellos el ex primer ministro Willi Stoph, han sido expulsados del
partido por "mal gobierno y fraude".
"Para evitar mayores peligros a la existencia del
partido, el Politburó ha considerado necesario declarar su dimisión",
señaló Guenter Schabowski, portavoz del SED, al informar a periodistas
germanoorientales durante un receso de las reuniones en la sede del Partido.
Agregó que el Comité Central también dimitía para abrir así el camino a una
comisión que examinará las razones de la profunda crisis que está viviendo el
partido comunista y la sociedad en la RDA. Schabowski señaló que el grupo de
trabajo estará formado por comunistas vinculados al "proceso de
renovación". Según Gregor Gysi, destacado jurista que participará en la
comisión, ésta no integrará a ningún miembro del dimitido Politburó.
Giro fundamental
El Comité Central, que debe ser renovado en el congreso
extraordinario del SED, cuenta con 160 miembros. Trece de ellos conforman el
Politburó. Su dimisión, junto a la expulsión de Honecker y otros 11 altos
funcionarios del partido, ha sido el giro más fundamental hasta la fecha, en la
fortuna del SED. Algunos observadores creen ver en la dimisión en masa de los
órganos directivos del SED un intento de salvar la existencia misma de un
partido amenazado con escindirse, como un barco naufragado.
En Bonn, un portavoz del Gobierno de la RFA, Dieter Vogel,
declaró que la dimisión colectiva del Comité Central y del Politburó del SED
"es la mayor prueba hasta la fecha de la crisis existencial que atraviesa
el SED, de su fracaso político y de su pérdida de credibilidad entre la
población" de la RDA.
La expulsión del partido de Honecker, verdadera alma del SED desde que sustituyó a Walter Ulbricht, es prueba del proceso de disolución
de este partido. Junto con Honecker han sido expulsados: Erich Mielke, ex
ministro de la Seguridad del Estado; Willi Stoph, ex primer ministro; Horst
Sindermann, ex presidente de la Cámara del Pueblo; Alexander
Schalck-Golodkowski, ex secretario de Estado en el Ministerio de Comercio Exterior
encargado de las negociaciones sobre divisas extranjeras; Harry Tisch, ex jefe
de la federación de sindicatos; Guenter Kleinber, ex primer viceprimer
ministro; Werner Krolikowski, ex jefe del comité de Agricultura del partido;
Hans Albrecht, ex jefe del partido en el distrito de Suhl; Gerhard Mueller, ex
jefe del partido en el distrido de Erfurt; Herbert Ziegenhain, ex jefe del
partido en Gera, y Dieter Mueller, ex funcionario regional del partido.
'Sálvese quien pueda'
Mielke fue, en la reunión previa al 9 de octubre, uno de los
artífices junto con Krenz del golpe contra Honecker. El que ahora Krenz y su
grupo expulsen a este tipo de personajes del partido indica que se está en una
situación de sálvese quien pueda.
Lo ocurrido ayer en la crucial reunión del SED en Berlín
Este, indica que existía una amenaza sobre la existencia misma del Partido
incluso antes de la apertura del congreso extraordinario en el que se debe
elegir un nuevo Comité Central -que a su vez confirmará o denegará la Secretaría
General a Krenz-, y replanteará la nueva política del partido. La huelga general
anunciada para mañana por algunos grupos de la oposición no puede ser razón
suficiente para inducir, dos semanas antes del congreso, a una dimisión tan
masiva de la cúpula dirigente.
Por otra parte, tres antiguos dirigentes de la RDA,
verdaderos símbolos de la corrupción del anterior régimen, han sido puestos
bajo detención preventiva por abuso de poder, según anunció ayer la agencia de
prensa germanooriental, ADN. Se trata de Guenter Mittag, de 63 años y ex
responsable de economía en el SED; Tisch, de 62 años y uno de los expulsados
del Partido, y Gerhard Mueller, también expulsado. La fiscalía les ha acusado
entre otras cosas de "haber causado daños a la propiedad del pueblo y a la
economía nacional". Todos ellos vivían una vida de alto lujo.
Por otra parte, la policía buscaba ayer a
Schalck-Golodkowski, aparentemente huido del país cuando se reveló que la
empresa que dirigía se dedicaba a exportaciones ilegales de armas. El viernes
pasado, el Parlamento había dado luz verde a la caza de los ex dirigentes
acusados de abuso de poder. En esa ocasión el grupo parlamentario del SED había
pedido la "detención preventiva inmediata en caso de riesgos de
obstrucción a la buena marcha de la investigación" para los dirigentes
sospechosos.
El sábado por la noche, antes de la reunión extraordinaria
del Comité Central del SED en Berlín Este, unos 5.000 militantes del SED habían
reclamado la dimisión del conjunto del Politburó y el castigo de los
responsables de las malversaciones. Los militantes abuchearon a Krenz cuando
intentó hablar y pidieron su dimisión y la de su equipo.
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