Por HERMANN TERTSCH
El País, Berlín
Este, 15.11.89
HACIA UNA NUEVA EUROPA
Hans Modrow, el nuevo primer ministro de la República
Democrática Alemana (RDA), comenzó ayer sus contactos con los dirigentes de los
denominados partidos del bloque para componer un nuevo Gobierno de coalición
que deberá presentar en la próxima sesión de la Asamblea Popular que comenzará
el viernes. El Gobierno se enfrentará a una dura tarea de reformas económicas
agravada por nuevos datos ocultados por el aparato bajo Erich Honecker y
revelados en parte el lunes ante la Asamblea Popular (Parlamento).
Uno de los más estrechos colaboradores de Modrow, el ex jefe
de los servicios secretos, Markus Wolf, ha criticado en privado la apertura de
la frontera a Occidente como un gesto demagógico de Egon Krenz para intentar
ganarse el favor del público, ignorando los datos económicos que recomendaban
un proceso transitorio que permitiera al nuevo Gobierno adoptar medidas previas
de estabilización económica. El nuevo presidente del Parlamento, Günther
Maleuda, del Partido Democrático Campesino, pidió ayer eliminar de la
Constitución el artículo que marca el papel dirigente del partido comunista
(SED).
Los cuatro partidos del bloque, que durante cuatro
décadas han sido meros satélites del SED, han comenzado en la RDA su rápido
distanciamiento de los comunistas, cuya crisis comienza a mostrar indicios de
un riesgo de cisma. El secretario general Krenz declaró ante el reciente pleno
del Comité Central que la convocatoria de un congreso extraordinario, y no una
conferencia como era la intención inicial de la dirección, respondía "al
deseo de preservar la unidad del SED".
Nueva derrota de Krenz
La convocatoria del congreso es la cuarta derrota
consecutiva de Krenz ante las bases del partido y hace cada vez más improbable
su supervivencia en el cargo tras el referido congreso que comenzará el 15 de
diciembre. Primero fue la caída inmediata por censura de sus bases de los
nuevos nombramientos del buró político; después, la ley de viajes rechazada de
inmediato por la Asamblea Popular, que la calificó de insuficiente; días más
tarde, el programa de acción del partido era durísimamente contestado por la
base y la Prensa.
Según supo ayer EL PAÍS, Markus Wolf, ex jefe de los
servicios secretos, amigo personal y político del primer ministro y uno de los
más destacados renovadores de la cúpula comunista, ha criticado duramente la
decisión de abrir de improviso las fronteras el jueves pasado, hecho que
calificó de "maniobra populista" de Krenz. Según Wolf, el jefe del
partido se guió exclusivamente por su ambición personal de sobrevivir
políticamente al congreso del SED y se aventuró a una acción de gran riesgo que
agrava seriamente la situación económica del país a corto plazo.
Wolf es partidario de las fronteras abiertas, pero habría
preferido abrir los puestos y derribar el muro poco antes de las elecciones,
después de un plan de estabilización económica que ahora será muchísimo más
dificil. Wolf acusó a Krenz de haber gastado en beneficio personal un cartucho
electoral del SED y de poner en una situación de partida muy deteriorada a
Modrow en sus intentos desde el Gobierno de iniciar una recuperación económica.
Peligros de escisión
Los peligros de escisión en el SED se incrementan con los
intentos de Krenz de presentar reformas que minimicen los cambios, para verse
obligado después a rectificar y ceder ante las bases y la población en general.
La crítica a la política desarrollada por el anciano y
jubilado Erich Honecker ha estallado con toda virulencia y miembros del
partido sugerían ayer en Berlín Este próximas acciones judiciales contra
diversos líderes sindicales y del partido, entre los que estaría Günther
Mittag, responsable económico del régimen y destituido de todos sus cargos. No
se descarta, incluso, que el propio ex jefe del Estado y ex secretario general
sea objeto de tales acciones.
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