Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Berlín Este
El País Viernes,
08.12.89
HACIA UNA NUEVA EUROPA
El partido comunista (SED) de la República Democrática
Alemana, que ha gobernado con absoluta hegemonía durante más de cuatro décadas,
se autodisolverá con práctica seguridad en su congreso extraordinario que
comienza hoy en Berlín Este. El partido acude al congreso sumido en una crisis
irremontable en sus actuales estructuras. "El SED es responsable de la
crisis más profunda de la historia de la RDA", señalaba ayer un comunicado
del propio partido, que deberá ser discutido en el congreso.
Tras décadas de absoluta arrogancia en el ejercicio del
poder, el SED pide a la población que "haga frente al desprecio y el odio
que se dirige contra la mayoría de los militantes", a los que se
identifica con "funcionarios implicados en actos criminales". El SED,
primero órgano de poder de la URSS en la RDA y después uno de los partidos
comunistas más ortodoxos del este de Europa, símbolo del Estado alemán
oriental, se reúne en un Berlín Este donde ayer por la noche volvieron a
resonar las voces de miles de manifestantes pidiendo "libertad y
unidad", la reunificación alemana y el fin del proyecto de un Estado
marxista-leninista sobre suelo alemán.
Con casi toda la cúpula -que dirigió férreamente el partido
durante décadas- detenida por todo tipo de delitos, una desbandada de
militantes sin precedentes y el total hundimiento de las estructuras estalinistas
que construyó en el Estado, las horas del SED están ya contadas. El congreso
fue adelantado una semana ante la gravedad del proceso de descomposición del
partido, que afecta ya gravemente al propio Estado.
Ayer se produjeron nuevas manifestaciones en diversas
ciudades de la RDA. En Berlín Este, varios miles de personas pidieron
elecciones libres, "castigo a los estafadores y al Stasi" (policía
política) y, hasta la celebración de comicios, todo el poder a la mesa redonda
pluripartidista que se constituyó ayer.
Partido socialista
Tras la disolución del SED se creará un nuevo partido
socialista con objetivos democráticos y basado en el rechazo incondicional de
la dictadura del proletariado y el pasado del SED. Las capas dirigentes del
partido en Berlín Este, distritos y sindicatos oficiales desaparecerán del
escenario político.
Muchos de ellos habrán de pasar por los tribunales si la
transición política no se interrumpe. Entre ellos estará muy probablemente el
recién dimitido jefe del partido y del Estado, Egon Krenz.
"El nombre de este partido (SED) estará ya
indisolublemente unido a los de Honecker, Mittag y Stalin y al de la mafia.
Nadie, ni el más honrado y brillante de los comunistas, puede compensar el daño
que se ha hecho al país en su nombre", manifestaba ayer un miembro del
partido.
Ayer se abrió en la capital de la República Democrática
Alemana la mesa redonda entre los partidos legales, Gobierno y oposición, que,
como ya sucedió en Polonia y Hungría, deberá establecer el marco y el ritmo del
proceso de transición hacia un sistema democrático pluralista y un Estado de
derecho. Participan en la mesa los cinco partidos del disuelto bloque nacional.
Algunos partidos de la oposición, como los socialdemócratas
del SDP, se han manifestado partidarios de que esta mesa redonda actúe como
control del Gobierno de Modrow hasta las elecciones generales y la entonces
resultante asamblea constituyente. También es contrario el SDP a que el
Parlamento nombre un jefe del Estado.
Manfred Gerlach, del Partido Liberal Democrático (LDPD), un
hombre comprometido con la política de Honecker y máximo representante de los
colaboracionistas con los comunistas dentro del bloque nacional de partidos
hasta ahora títeres, sólo ejercerá en funciones hasta que haya un nuevo presidente
electo.
Miembros del partido manifestaron ayer a EL PAÍS que
numerosas delegaciones del partido comunista acuden hoy a Berlín Este con el
proyecto de disolución como máxima prioridad, y que no tolerarán otras
soluciones intermedias.
El partido deberá renunciar al centralismo democrático, al
papel dirigente y posiblemente a los clásicos órganos de dirección, como el
buró político y el comité central. El partido creará también comisiones
investigadoras para establecer las responsabilidades de sus dirigentes
depuestos, al margen de los procesos penales en curso en muchos casos.
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