martes, 28 de febrero de 2017

EL GOBIERNO RUMANO LLAMA A LA RECONCILIACIÓN

Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Bucarest
El País  Viernes, 29.12.89

LA CAÍDA DEL 'CONDUCATOR'

El nuevo Gobierno rumano hizo ayer un dramático llamamiento a la población para que no se deje llevar por la dinámica de violencia y se ponga fin a las venganzas incontroladas contra colaboradores del antiguo régimen. El Gobierno calificó de "prioridad absoluta" la reconciliación nacional y el fin de las represalias, que amenazaban con implantar el linchamiento como forma de justicia popular. Anoche, el Consejo del Frente de Salvación Nacional nombró a siete nuevos ministros, entre ellos a Atanasie Stanculescu para la cartera clave de Economía.
[El escritor Aurel Dragos Munteanu fue designado presidente de la Radiotelevisión rumana. El Frente de Salvación decidió anoche que volvieran a la actividad varios oficiales superiores actualmente retirados y que la Milicia se llame de ahora en adelante policía, según informó la televisión rumana. Fuentes oficiales señalaron asimismo que el país dejará de ser la República Socialista de Rumanía para llamarse sólo Rumanía, informa France Presse].
"Hay que evitar a toda costa la caza de brujas" aseguraba ayer Corneliu Bogdan, portavoz del Frente de Salvación Nacional, con otros políticos democráticos que advertían que la revancha puede ser fácilmente manipulada por las fuerzas irredentas del despotismo, para provocar enfrentamientos entre las fuerzas anti Ceaucescu. "Hay que juzgar a la gente comprometida y condenarla con pruebas. Procedimientos tan irregulares por muy justos que sean, como el de Ceaucescu, no pueden repetirse. Ponen en peligro nuestra transición, cuando apenas ha comenzado", manifestaba un líder juvenil del Partido Nacional Cristiano Campesino, refundado ayer.
Por su parte, un avión de la compañía rumana Tarom cayó de forma inexplicada cerca de Fliresta, al noroeste de Bucarest, y murieron sus siete ocupantes. No hay confirmación de que el avión fuera derribado, aunque se sabe que parte de los grupos terroristas leales a Ceaucescu se encuentran en la zona con armas avanzadas. Uno de los muertos es Ian Parry, un joven fotógrafo del Sunday Times, de Londres, que se convierte así en la cuarta víctima mortal entre los periodistas que cubren la información de la revolución rumana.
Ayer disminuyeron los enfrentamientos armados y el país entraba en una normalidad desconocida bajo el despotismo de Nicolae Ceaucescu, con una libertad recién estrenada de expresión y un orgullo recobrado por este país que, de ser la Cenicienta de Europa, ha pasado a sentirse admirada por todo el mundo, por su impresionante y heroica lucha contra el régimen dictatorial derribado.
No obstante, el clima revolucionario persiste y en muchas ciudades han comenzado a producirse ajustes de cuentas que el nuevo poder constituido no parece poder controlar. Se incrementa también el temor a la infiltración de los organismos revolucionarios por individuos que, conscientes de que han perdido la batalla militar contra el nuevo poder, intentan desestabilizarlo desde dentro.
En diversas localidades pequeñas comienzan a proliferar los actos de violencia contra cómplices del antiguo régimen. Estos incidentes son ya el principal obstáculo para el desarme de todas las fuerzas que han luchado contra la revolución y podrían llegar a ser una amenaza directa para el consenso nacional necesario para llevar la transición a su culminación en las primeras elecciones libres democráticas habidas en la historia de Rumanía, y previstas para el próximo mes de abril.
El primer ministro rumano, Petre Roman, justificó la ejecución del dictador Nicolae Ceaucescu y su mujer, Elena, con el peligro de una inminente liberación del mismo por parte de fuerzas paracaidistas, según manifestó en una entrevista a TVE.
Ayer concluyó, a las 17 horas, el plazo dado por el Consejo del Frente de Salvación Nacional para que entregaran las armas los miembros de la policía política, Securitate, que aún luchan contra el Gobierno de transición. A partir de esa hora, todo miembro de fuerzas contra la transición que sea capturado será juzgado por vía sumaria y fusilado.
En sus primeras declaraciones a una televisión extranjera, Roman pidió en TVE comprensión para la ejecución de la pena de muerte dictada contra Ceaucescu, como el mal menor frente al baño de sangre que habría supuesto una operación de sus partidarios, dispuestos a liberarle. Resaltó igualmente la situación de extrema inestabilidad en que se encontraba Rumanía el día de Navidad, fecha del fusilamiento.

Roman y la ejecución
Roman dejó claro que habría preferido un juicio público para revelar el alcance de los abusos y crímenes de Ceaucescu, pero que, tras sopesar argumentos en favor y en contra de la ejecución, se había optado por fusilarlo.
Roman declaró asimismo, a la televisión francesa, que Rumanía mantendrá sus relaciones tradicionales en el marco del Pacto de Varsovia.
En Bucarest, la calma fue ayer total, con el Ejército vigilando con carros de combate las zonas más conflictivas y sin noticias confirmables sobre enfrentamientos armados en el país. La población ha emprendido las tareas de reparación de los gravísimos daños infligidos al centro de la ciudad especialmente.
La ciudad sigue sometida a rigurosos controles en las calles por parte de integrantes de los comandos de estudiantes, milicianos y policías armados con fusiles kalashnikov. Mientras, continúa la interminable serie de entierros de víctimas en fosas comunes en los cementerios de todo el país.
Ayer, en el primer respiro que dio el continuo hostigamiento de las fuerzas de la policía política de Ceaucescu, comenzó la actividad de los partidos políticos reprimidos y en parte liquidados físicamente a partir de 1947. El Partido Nacional Cristiano Campesino anunció su renacimiento en la célebre casa del político, diplomático y jurista de entreguerras Nicolae Titulescu.
Este partido, como otros que están renaciendo o formándose a marchas forzadas dada la inminencia de las elecciones generales de abril, dejó claro que no sólo ha luchado contra el dictador Ceaucescu, sino también contra el comunismo. "Jos Comunismul" ("Abajo el comunismo"), gritaron los miembros de este partido, muchos de ellos presos políticos durante lustros.
El "Jos Comunismul" resuena ya en todas las conversaciones en Bucarest y desde las paredes, con pintadas contra el régimen y en homenaje de las decenas de miles de víctimas que ha causado la represión del régimen agonizante.
Mientras, tres miembros de la familia Ceaucescu, entre ellos su hermana Elena Barbulescu y su hijo Emil, fueron detenidos ayer por miembros de la policía y el Ejército. También fue detenida y encarcelada la esposa de Ilie Ceaucescu, uno de los cuatro hermanos del dictador, que fue antiguo ministro de Defensa. El hijo menor de Ceaucescu, Nicu, y la hija, Zoia, han sido mostrados en la televisión en días pasados tras ser detenidos. De la situación del tercer hijo, Valentín, en cambio no se ha informado.

Por otro lado, un hermano de Ceaucescu fue hallado ayer ahorcado en las oficinas de la agregaduría comercial de la Embajada rumana en Viena, según la policía. Marin Ceaucescu, de 73 años, hermano del dictador fusilado, era el agregado comercial de la embajada desde 1973.

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