Por HERMANN TERTSCH
El País, Bucarest,
03.01.90
LA CAÍDA DEL 'CONDUCATOR'
El portavoz del Ministerio de Exteriores rumano, Constantin
Girbea, anunció ayer que ha sido detenida la totalidad del Politburó del
partido comunista. Girbea no mencionó el número ni la identidad de los
detenidos. A su vez, el Consejo del Frente de Salvación Nacional de Rumanía
reaccionó con virulencia ante las informaciones aparecidas sobre un supuesto
complot contra el ejecutado Nicolae Ceaucescu de círculos militares y del
partido comunista que devaluaría a golpe de Estado, lo que se presenta como una
revolución popular triunfal.
No obstante, la permanencia de casi la totalidad de los
dirigentes medios del aparato de Ceaucescu en sus cargos comienza a crear en
Rumanía graves tensiones, ante el miedo de la población de que la sangrienta
revolución se agote en la ejecución de la pareja de dictadores y de que los
grupos de presión que pertenecieron al partido comunista se perpetúen en el
poder bajo el hoy prestigioso nombre del Frente de Salvación Nacional. [El
portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja (CIRC), Jurg Bischoff, afirmó
ayer en Ginebra que es "exagerada" la cifra de 60.000 muertos en el
derrocamiento de Ceaucescu, barajada por algunos medios de comunicación social.
El CICR estima entre 5.000 y 10.000 las víctimas mortales, informa Efe]
Ayer murió inesperadamente, al parecer de un ataque al
corazón, Corneliu Bogdan, un gran diplomático rumano de la vieja escuela,
colaborador del ex ministro de Exteriores Corneliu Manescu, que había asumido
la tarea de portavoz del Consejo del Frente de Salvación Nacional. Horas antes,
Bogdan había rechazado, en conversación con EL PAÍS, la teoría del golpe de
Estado. Bogdan tenía 68 años y había participado desde un principio en la
creación de un contrapoder para liquidar el despotismo de los Ceaucescu.
Las nuevas autoridades han rechazado con energía toda
sugerencia de implicaciones del primer ministro, Petre Roman, y otros líderes
de la revolución con el aparato del Ministerio del Interior y del Ejército
antes de los trágicos acontecimientos de Timisoara.
'Vía sandinista'
Por otra parte, se renueva la insistencia del Frente en
negar que una fecha tan inminente como la de abril para las elecciones intente
una "vía sandinista" de poder militar y fuerza unipartidista en el
poder que muchos rumanos sospechan.
Algunas fuerzas han solicitado ya abiertamente un
aplazamiento de las elecciones a septiembre para dar oportunidad a los partidos
a organizarse y exponer sus programas en igualdad de condiciones con el Frente
de Salvación Nacional, que se presentará a los comicios y hoy goza de una gran
popularidad.
Fuentes rumanas dignas de crédito señalaban ayer que la
teoría del golpe no está descaminada pero yerra en su punto crucial, que es la
elección del momento. Había iniciativas para poner fin a la locura de
Ceaucescu, pero el detonante de lo que ha sido realmente una revolución estuvo
paradójicamente en un fenómeno que casi afectaba exclusivamente a la minoría
húngara en Transilvania: el conflicto en torno al párroco Laszlo Tökes.
Los muertos iniciales, que constituyen el catalizador de la
revolución, son húngaros y serbios. Ningún ejército rumano hubiera comenzado
así un golpe de Estado, ya que la solidaridad estaba lejos de ser garantizada.
Había planes para un golpe de Estado pero no había fecha para el mismo, al
menos tan cercana.
Los militares sólo reaccionaron en favor de la población
cuando ésta estaba ya en la calle. Diarios, agencias informativas y la
televisión se habían puesto de parte de la insurrección y Ceaucescu había huido
de Bucarest. El Ejército es la fuerza decisiva en la victoria de la revolución,
pero ni mucho menos su motor. Éste está en la intolerabilidad de la situación,
que consiguió un catalizador en la paliza dada al párroco Tökes en Timisoara y
las consiguientes muertes.
[Un periodista de la agencia rumana de noticias detuvo el
pasado día 22 al ministro del Interior, Tudor Postelnico, y otros cinco
funcionarios del régimen de Ceaucescu, informa Reuter.]
[El personal de la Embajada de Rumanía en Grecia mató el
pasado 22 de diciembre al representante local de la Securitate, aseguraba ayer
el diario de Atenas Eleftherotypia. La información fue desmentida por esa sede
diplomática, informa France Presse].
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