martes, 28 de febrero de 2017

DETENIDO TODO EL POLITBURÓ DEL PARTIDO COMUNISTA RUMANO

Por HERMANN TERTSCH
El País,  Bucarest, 03.01.90

LA CAÍDA DEL 'CONDUCATOR'

El portavoz del Ministerio de Exteriores rumano, Constantin Girbea, anunció ayer que ha sido detenida la totalidad del Politburó del partido comunista. Girbea no mencionó el número ni la identidad de los detenidos. A su vez, el Consejo del Frente de Salvación Nacional de Rumanía reaccionó con virulencia ante las informaciones aparecidas sobre un supuesto complot contra el ejecutado Nicolae Ceaucescu de círculos militares y del partido comunista que devaluaría a golpe de Estado, lo que se presenta como una revolución popular triunfal.
No obstante, la permanencia de casi la totalidad de los dirigentes medios del aparato de Ceaucescu en sus cargos comienza a crear en Rumanía graves tensiones, ante el miedo de la población de que la sangrienta revolución se agote en la ejecución de la pareja de dictadores y de que los grupos de presión que pertenecieron al partido comunista se perpetúen en el poder bajo el hoy prestigioso nombre del Frente de Salvación Nacional. [El portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja (CIRC), Jurg Bischoff, afirmó ayer en Ginebra que es "exagerada" la cifra de 60.000 muertos en el derrocamiento de Ceaucescu, barajada por algunos medios de comunicación social. El CICR estima entre 5.000 y 10.000 las víctimas mortales, informa Efe]
Ayer murió inesperadamente, al parecer de un ataque al corazón, Corneliu Bogdan, un gran diplomático rumano de la vieja escuela, colaborador del ex ministro de Exteriores Corneliu Manescu, que había asumido la tarea de portavoz del Consejo del Frente de Salvación Nacional. Horas antes, Bogdan había rechazado, en conversación con EL PAÍS, la teoría del golpe de Estado. Bogdan tenía 68 años y había participado desde un principio en la creación de un contrapoder para liquidar el despotismo de los Ceaucescu.
Las nuevas autoridades han rechazado con energía toda sugerencia de implicaciones del primer ministro, Petre Roman, y otros líderes de la revolución con el aparato del Ministerio del Interior y del Ejército antes de los trágicos acontecimientos de Timisoara.

'Vía sandinista'
Por otra parte, se renueva la insistencia del Frente en negar que una fecha tan inminente como la de abril para las elecciones intente una "vía sandinista" de poder militar y fuerza unipartidista en el poder que muchos rumanos sospechan.
Algunas fuerzas han solicitado ya abiertamente un aplazamiento de las elecciones a septiembre para dar oportunidad a los partidos a organizarse y exponer sus programas en igualdad de condiciones con el Frente de Salvación Nacional, que se presentará a los comicios y hoy goza de una gran popularidad.
Fuentes rumanas dignas de crédito señalaban ayer que la teoría del golpe no está descaminada pero yerra en su punto crucial, que es la elección del momento. Había iniciativas para poner fin a la locura de Ceaucescu, pero el detonante de lo que ha sido realmente una revolución estuvo paradójicamente en un fenómeno que casi afectaba exclusivamente a la minoría húngara en Transilvania: el conflicto en torno al párroco Laszlo Tökes.
Los muertos iniciales, que constituyen el catalizador de la revolución, son húngaros y serbios. Ningún ejército rumano hubiera comenzado así un golpe de Estado, ya que la solidaridad estaba lejos de ser garantizada. Había planes para un golpe de Estado pero no había fecha para el mismo, al menos tan cercana.
Los militares sólo reaccionaron en favor de la población cuando ésta estaba ya en la calle. Diarios, agencias informativas y la televisión se habían puesto de parte de la insurrección y Ceaucescu había huido de Bucarest. El Ejército es la fuerza decisiva en la victoria de la revolución, pero ni mucho menos su motor. Éste está en la intolerabilidad de la situación, que consiguió un catalizador en la paliza dada al párroco Tökes en Timisoara y las consiguientes muertes.
[Un periodista de la agencia rumana de noticias detuvo el pasado día 22 al ministro del Interior, Tudor Postelnico, y otros cinco funcionarios del régimen de Ceaucescu, informa Reuter.]

[El personal de la Embajada de Rumanía en Grecia mató el pasado 22 de diciembre al representante local de la Securitate, aseguraba ayer el diario de Atenas Eleftherotypia. La información fue desmentida por esa sede diplomática, informa France Presse].

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