Por HERMANN TERTSCH / JULIÁN MTNEZ. MTNEZ.
El País, Bonn,
17.09.87
Por primera vez Gobierno y empresarios españoles se
presentaron ayer juntos en una de las cumbres interministeriales que
cada año se celebran con los países más cercanos de nuestro entorno político y
económico. A la cita de Bonn acudieron medio centenar de hombres de empresa,
integrados en la CEOE y en las Cámaras de Comercio, al frente de José María
Cuevas y Adrián Piera. En la sede de la cancillería federal los empresarios
españoles y alemanes, que han mantenido diversas reuniones en los últimos días
previos a la visita de González, recibieron a las dos delegaciones
gubernamentales, presididas por Kohl y Felipe González y los ministros de
Asuntos Exteriores, Economía e Industria de los dos países. Eran las 18.15
horas y los empresarios, en su espera, tomaban café con leche y té con pastas
cuando llegaron Kohl y González. En el salón circular de la cancillería una
mitad la ocupaban los españoles y en frente los alemanes. A González y Kohl los
arropaban sus ministros y altos funcionarios.
Al término de la reunión, de 40 minutos, los jefes del
Gobierno se fueron a cenar a solas con sus esposas. Los ministros lo hicieron
cada uno con sus homólogos, también a sitios distintos, mientras los
empresarios de los dos países se marchaban también a cenar por su cuenta.
Posteriormente, varios miembros de la delegación española presenciaron el
partido Real Madrid-Napoles desde la oficina federal de prensa, que contaba con
una antena parabólica. Fernández Ordóñez, conocido forofo madridista, acudió a
la oficina federal nada más terminar de cenar con su homólogo Hans-Dietrich
Genscher, y presenció el segundo tiempo con entusiasmo, nerviosismo y
frecuentes comentarios técnicos.
González y Cuevas, en sus breves intervenciones en la
reunión, mostraron esta vez una total coincidencia al reflexionar frente a la
parte alemana sobre la vocación europeísta española, y los sacrificios que está
representando para nuestra economía la integración y homologación en la CE. El
jefe del Gobierno advirtió, sin entrar en detalles, que España está dispuesta a
cumplir los términos de la adhesión aunque quiere señalar también las
dificultades que están creando algunas interpretaciones restrictivas del
ingreso español, quizás en referencia a la obligada contribución española a las
polémicas y costosas herencias, como el cheque inglés y las montañas
de excedentes agrícolas.
José María Cuevas, pidió la comprensión alemana ante el reto
comunitario de los empresarios españoles ante el cercano mercado único y sus
previsibles efectos liberalizadores.
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