Por HERMANN TERTSCH
El País, Praga,
20.08.89
GIRO HISTÓRICO EN EL ESTE
El dramático giro de los acontecimientos políticos en
Polonia ha provocado la alarma en los regímenes ortodoxos del Este de Europa
contrarios a las reformas democratizadoras, que ven confirmados sus peores
temores. El nombramiento de un no comunista como jefe del Gobierno de Polonia
supone un giro histórico para toda Europa oriental. El monopolio del poder
comunista impuesto por el estalinismo con el Ejército Rojo ha acabado este fin
de semana. Su desmoronamiento se había acelerado durante meses. El retroceso
del sistema socialista en la geografía europea adquiere así una nueva calidad y
pasa del terreno ideológico al institucional. Los regímenes ortodoxos que se
aferran a mantener el monopolio de poder heredado del estalinismo reaccionan
estupefactos y con pánico, como dice el que fuera ministro de Exteriores
durante la Primavera de Praga, Jiri Hajek.
A partir de ahora los mismos líderes comunistas que combaten
con fiereza toda disidencia en sus propios países, se verán obligados a tratar
con Mazowiecki, con Kuron, con Walesa y Michnik, hombres que sin duda estarían
en la cárcel de ser súbditos checoslovacos, rumanos o alemanes orientales.
Para los regímenes de Praga, Berlín Este, Bucarest y Sofía,
Mazowieczki como primer ministro es una provocación. Para las poblaciones es un
acicate político. El enfrentamiento de ambas posturas hacia el "gran
acontecimiento histórico polaco" tendrá efectos dramáticos sobre el futuro
político de sus aliados.
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