Por HERMANN TERTSCH
El País, Varsovia,
30.11.87
El referéndum sobre la reforma económica y política en
Polonia concluyó ayer con un resultado favorable a la propuesta del Gobierno,
si bien con serias irregularidades en los colegios electorales e incidentes en
diversas localidades, protagonizados por adversarios del régimen comunista. El
respaldo de la población al proyecto de liberalización económica y política se
vio ensombrecido por una falta general de transparencia sobre el proceso de
recuento de votos.
Hubo numerosos casos de personas que votaron varias veces,
sobre todo en zonas rurales. La de ayer fue la primera consulta de este tipo
desde 1946, cuando en un referéndum que pocos polacos consideran no manipulado,
se decidió la implantación del sistema socialista. La falta de hábito y el celo
de las autoridades legales por un resultado "digno" han facilitado
las irregularidades. A las ocho de la tarde, cuando faltaban dos horas para el
cierre de los colegios, que abrieron a las seis de la mañana, el Gobierno
informó que había votado el 64% del censo.
El interés del Gobierno por una alta participación que
demostrara el apoyo de la población a su política de reformas no sólo le indujo
a realizar la masiva campaña de propaganda que precedió a la consulta. En
varias de las más de 20.000 mesas, los supervisores permitieron a los votantes
introducir dos, tres o más papeletas en las urnas. Muchos de los votantes no se
identificaban ante las mesas. Otros acudían a votar "por toda la
familia". El portavoz del Gobierno, Jerzy Urban, dijo al respecto que esto
era normal en el campo dada la "tradición patriarcal" aún vigente.
Grupos de soldados acudieron en algunos casos en formación a votar.
Dado que el Gobierno no considera "por razones
técnicas" hacer públicos los resultados desglosados de los colegios
electorales, será imposible saber si las irregularidades se han traducido en
algunos casos en modificaciones sustanciales del resultado y será muy difícil
que gran parte de los polacos que desconfían por principio del régimen,
otorguen crédito a la consulta. Urban declaró ayer que habían sido impresas 30
millones de papeletas, tres millones más que ciudadanos con derecho a voto.
Avances provisionales
Aunque los resultados definitivos no se dieron a conocer
hasta esta madrugada, los avances de datos provisionales hacían prever que con
una participación de entre el 60 y el 70%, la victoria del "sí" en
ambas preguntas era clara. Casi 27 millones de polacos habían sido convocados
por el Gobierno a decidir en referéndum si optaban por una aplicación
"radical" del programa de reformas económicas y políticas. Las
reformas económicas prevén un incremento del papel del mercado en la gestión
económica, mayor autonomía para las empresas, una liberalización de la
iniciativa privada y una descentralización administrativa. En el terreno
político, al que se refería la segunda pregunta, el régimen propone un
"aumento de las libertades", una reforma constitucional que refleje
la ampliación de los derechos civiles, una ley de asociaciones y una nueva ley
electoral en la que basar lo que el régimen del presidente Wojciech Jaruzelski
llama "pluralismo socialista". La oposición, aglutinada en tomo a la cúpula
del sindicato ilegal Solidaridad, había llamado a la población a abstenerse.
Durante la jornada de ayer se produjeron diversos incidentes en Gdansk,
Cracovia y el barrio de Nowa Huta de esta ciudad. En Gdansk, unas 2.000
personas, según testigos, y 400, según el portavoz del Gobierno, se
manifestaron en contra del régimen. El Gobierno declaró que los incidentes
habían sido mínimos y que la calma fue general.
El primer efecto de la reforma, el único seguro y el más
temido, es una fuerte subida de los precios de productos de primera necesidad,
energía y servicio, que repercutirá gravemente en el muy precario nivel de vida
de la mayoría de los polacos. El régimen convocó el referéndum en un intento de
comprometer a la población, sumida en la apatía y la incredulidad por la vida
política, en unas reformas imprescindibles para sacar a Polonia de una crisis
económica endémica.
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