Por HERMANN TERTSCH
El País, Bonn,
04.09.87
La fiscalía soviética solicitó ayer una condena de ocho años
de internamiento en un campo de trabajo en régimen de severidad para Mathias
Rust. El fiscal Vladimir Andreiev calificó al joven alemán de culpable en los
tres cargos de la acusación: violación de fronteras, violación de las normas de
aviación y gamberrismo grave. El Tribunal Supremo de Moscú dictará hoy la
sentencia.
En el segundo día del juicio contra el joven piloto alemán
occidental que aterrizó el pasado 28 de mayo en la plaza Roja de Moscú, el
fiscal arguyó que Rust es culpable de "graves crímenes", puso en
peligro la vida de cientos de personas y profanó un lugar sagrado de la Unión
Soviética, donde se hallan enterradas las principales personalidades y el
fundador del Estado soviético, Vladimir Ilich Lenin. Rust incurrió ayer en
varias contradicciones durante las declaraciones de los testigos. Uno de ellos
declaró que Rust había dicho nada más aterrizar que realizó el vuelo "para
divertirse", sin hacer mención de mensaje pacifista alguno. El joven
piloto corroboró primero esta versión y se desdijo después, cuando el juez le
preguntó si "todo había sido una gracia". Otros testigos, sin
embargo, como un guardia de tráfico presente en el aterrizaje, ratificaron que
Rust había dicho que llegaba en "misión de paz" para hablar con la
dirección del Kremlin.
El miércoles, en la apertura del juicio, Rust, de 19 años,
se había declarado culpable de los dos primeros cargos, no así del tercero,
"gamberrismo grave", ya que, según dijo ante el tribunal, sus
intenciones eran llamar la atención internacional para hablar con la dirección
soviética sobre la paz y el desarme.
Rust siguió la intervención del fiscal con tranquilidad y en
ocasiones se le vio sonreír. Tras la petición de pena, los padres de Rust,
presentes en la sala, acudieron rápidamente a consultar al abogado defensor, el
prestigioso penalista moscovita Vsevolod Jakovlev. La defensa de éste se basa
sobre todo en el rechazo del cargo de gamberrismo, dado que los otros dos,
imposibles de refutar, han sido aceptados por el propio acusado.
El fiscal reconoció como atenuantes el hecho de que Rust ha
mostrado un cierto arrepentimiento y la edad del acusado. Andreiev solicitó dos
años de internamiento en un campo de trabajo por violación de fronteras, ocho
años por violación de las leyes de vuelo y cuatro años por gamberrismo grave.
De las tres penas sólo se aplicaría la de mayor duración de ser condenado por
los tres cargos. El fiscal no solicitó la pena máxima prevista para estos
delitos, que es de 10 años de prisión o trabajos forzosos. Andreiev enumeró
toda la serie de riesgos de catástrofes que el joven piloto provocó con su osadía
aérea. Calificó el vuelo por encima del aeropuerto civil de Moscú de
"acción demencial", ya que en aquellos momentos había 10 aviones con
centenares de pasajeros despegando o aterrizando. "El fin no justifica los
medios".
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