Por HERMANN TERTSCH
El País, Bonn,
14.09.87
El partido del canciller federal, Helmut Kohl, la Unión
Cristiana Democrática (CDU), sufrió ayer dos severas derrotas en las elecciones
en el Estado federado de Schleswig-Holstein y en la ciudad hanseática de
Bremen. Las fuertes pérdidas de votos, que superan las registradas en las
elecciones federales del 25 de enero, reactivarán con seguridad las tensiones
que se registran en la CDU desde hace meses. El partido socialdemócrata (SPD)
logró arrebatar la mayoría a la CDU en Schleswig-Holstein y mantener su mayoría
absoluta en Bremen.
En el Estado de Schleswig-Holstein, la CDU, que gobernaba en
solitario, perdió el 6,5% de sus votos tras 30 años de hegemonía
ininterrumpida, pasando ahora la mayoría relativa al SPD. En Bremen, el
hundimiento de la CDU fue aún mayor, con una pérdida del 9,9%. En la
ciudad-Estado de Bremen, el SPD mantuvo su mayoría absoluta con el 50,2% y una
pérdida de votos del 1,1%.
El partido liberal (FDP) continuó ayer su serie de éxitos
electorales logrando entrar en ambos parlamentos, en los que no estaba presente
en la pasada legislatura. En Bremen logró el 10%, con un incremento del 5,4% y
10 escaños.
En Schleswig-Holstein, con un 5,1%, los liberales
consiguieron tres escaños. Los verdes registraron ayer un fuerte
aumento en Bremen, con el 10,5% de los votos y un aumento frente a las pasadas
elecciones del 2,7%, pero no lograron entrar en el Parlamento de
Schleswig-Holstein al quedar por debajo del 5% preceptivo, con un 4%.
El Parlamento de Schleswig-Holstein quedará con la siguiente
distribución de sus 74 escaños: SPD, 36 (+2); CDU, 33 (-6); FDP, 4 (+4), y el
partido de la minoría danesa, SSW, liberado de la barrera del 5%, un escaño,
con el 1,5%.
En Bremen, los 100 escaños del Parlamento quedarán
distribuidos de la forma siguiente: SPD, 53 (-5); CDU, 25 (-12); verdes, 11
(+6); FDP, 10 (+10), y DVU (neonazis), 1 escaño (+1). El SPD podrá seguir
gobernando en solitario como lleva haciendo desde la creación de la República
Federal. La CDU había confiado hasta el final en romper la mayoría absoluta del
SPD en este bastión de la izquierda. La entrada en el Parlamento de un
representante del DVU, un grupo neonazi, ha causado estupor en los medios
políticos de la ciudad hanseática.
Las elecciones en Schleswig-Holstein tuvieron un final de campaña de grave tensión política cuyos efectos sobre los resultados no son aún
calculables. El sábado, pocas horas antes de la apertura de los colegios
electorales, el semanario Der Spiegel hacía público un escándalo sin
precedentes en la República Federal de Alemania.
Según declaraciones juradas de un colaborador del hasta
ahora presidente del Estado y candidato de la CDU, Uwe Barschel, éste le
encomendó en enero elaborar una denuncia anónima contra el candidato
socialdemócrata Bjorn Engholm por supuesto fraude fiscal.
Barschel le ordenó asimismo contratar a una compañía de
detectives para vigilar los movimientos de Engholm e intentar confirmar los
rumores de que "es homosexual y tiene una vida escabrosa también con el
sexo femenino", según la declaración del ex colaborador del presidente.
Este escándalo deberá ser aclarado por los tribunales y una comisión parlamentaria,
pero mientras no ocurra, las dificultades de Barschel de formar Gobierno en
coalición con los liberales, que aritméticamente es posible, son considerables.
Los liberales de Schleswig-Holstein ya anunciaron antes de
los comicios que sólo están dispuestos a formar coalición con la CDU. No
obstante, si las acusaciones contra Barschel se confirman, la carrera política
de éste parece irremisiblemente acabada.
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