Por HERMANN TERTSCH
El País, Bonn,
15.09.87
El canciller federal, Helmut Kohl, manifestó ayer en Bonn
que las tensiones internas registradas últimamente en la coalición
gubernamental han sido la causa principal de las severas pérdidas sufridas por
la Unión Cristiana Democrática (CDU) en las elecciones del domingo en los
Estados de Schleswig-Holstein y Bremen. El partido al que pertenece Kohl perdió
en Schleswig-Holstein la mayoría absoluta, que mantenía desde hace 16 años, y
fue superado ampliamente por el partido socialdemócrata (SPD).
La CDU perdió el 6,2% de los votos respecto a las anteriores
elecciones y se situó en un 42,2%. El SPD logró el 45,2%. En Bremen, el hundimiento
cristianodemócrata fue aún mayor. Perdió el 9,9% de sus votos y con tan sólo el
23,4% cosechó su peor resultado desde 1959. En la ciudad hanseática de Bremen,
el SPD logró mantener su mayoría absoluta. El canciller federal expuso ayer en
conferencia de prensa su malestar por la lamentable derrota causada en
parte por "muchas declaraciones necias y dañinas" que han realizado
miembros de la coalición en los últimos meses. Los tres partidos de la
coalición -CDU, la bávara CSU y los liberales del FDP- se hallan enfrentados
desde hace meses por diferentes cuestiones políticas.
Beneficiario de este conflcito ha sido siempre, también en
estas elecciones, el FDP. Los liberales del ministro de Asuntos exteriores,
Hans Dietrich Genscher, lograron entrar de nuevo en los Parlamentos de Bremen y
Schleswig-Holstein.
En este Estado no lograron escaños los verdes, aunque sí en Bremen, donde recibieron un 10,5% de los votos.
En Schleswig-Holstein, donde la CDU podrá seguir gobernando
en coalición con los liberales, todos los partidos han acordado la constitución
urgente del nuevo Parlamento para la creación de una comisión parlamentaria que
investigue las graves acusaciones vertidas por el semanario Der Spiegel contra
el presidente del Estado, Uwe Barschel. Según el semanario, Barschel ordenó la
presentación de una denuncia anónima contra el jefe de la oposición del SPD,
Bjorn Engholm, por supuesto fraude fiscal y encomendó a unos detectives la
vigilancia de Engholm para conseguir pruebas de su supuesta homosexualidad y
vida sexual truculenta.
Barschel niega rotundamente estas acusaciones. Su ex
colaborador Reiner Pfeiffer ha hecho unas declaraciones juradas en las que las
sostiene. Kohl salió ayer en defensa de Barschel y se manifestó convencido de
su inocencia.
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