Por HERMANN TERTSCH
El País, Bonn,
11.09.87
Erich Honecker, jefe de Estado de la República Democrática
Alemana (RDA), causó ayer una pequeña sensación al hablar, en su ciudad natal
de Neunkirchen, en la República Federal de Alemania (RFA), de una futura
normalización de la frontera interalemana: "Mediante esfuerzos comunes,
llegará el día en que las fronteras dejarán de separarnos y pasarán a unirnos,
al igual que hoy nos une la frontera entre la RDA y Polonia".
Honecker, que con esta frase aludió a una frontera
interalemana que no tenga carácter de división entre los bloques, realizó ayer
un viaje al pasado en su ciudad natal de Neunkirchen, que se
convirtió en un símbolo de la unidad histórica de la nación alemana. El máximo
representante del Estado alemán comunista visitó, en la región más occidental
del Estado alemán capitalista, la casa de su hermana, Gertrude, donde él pasó
toda su juventud, y la tumba de sus padres, en el cementerio local. Honecker, si
bien no el responsable, sí uno de los arquitectos de la división alemana,
volvió ayer a su lugar de origen, donde creció en un movimiento comunista que
creía más que nadie en la unidad del pueblo alemán.
En el cuarto día de su estancia en la República Federal de
Alemania (RFA), Honecker reiteró su satisfacción por los resultados de ésta,
que él ya calificó ayer sin ambages de "visita de Estado". Antes de
su breve estancia privada en Neunkirchen y Wiebelskirchen, el máximo dirigente
de la RDA visitó en Tréveris la casa de Carlos Marx y se entrevistó con sus
anfitriones, los presidentes de los Estados del Sarre, Oskar Lafontaine (SPD),
y de Renania Palatinado, Bernhard Vogel (CDU).
Lafontaine y Vogel solicitaron, al igual que todos los
miembros de la clase política de la RFA que se han encontrado con Honecker
desde el lunes, mayores libertades para los ciudadanos de la RDA, especialmente
en lo que se refiere a la liberalización de los viajes a Occidente, y mayor
permeabilidad para contactos humanos a través de la frontera.
Desarme y normalización
Vogel subrayó ante Honecker el logro de las fronteras
abiertas, como la existente entre Tréveris y Luxemburgo. "Queremos que pase
lo mismo entre las ciudades alemanas de ambos Estados alemanes",
comentó. En la capital del Sarre, Saarbrücken, Honecker declaró que su encuentro
con el canciller federal, Helmut Kohl, en Bonn había supuesto "un buen
logro" en el camino del desarme y la normalización, si bien en algunos
puntos no puede existir acuerdo entre los dos Estados.
Lafontaine, por su parte, manifestó que "más importante
que los acuerdos internacionales, que las fronteras y que la confirmación de
ciudadanías es el libre movimiento de las personas, ya que sin ella no hay
entendimiento ni auténtica paz. Que puede unirnos más que una historia, lengua
y cultura comunes. Hoy, Weimar es suyo, pero Goethe es de todos nosotros. Y
Tréveris es nuestro, pero Marx es, por supuesto, también suyo".
En la noche del miércoles, las cadenas de televisión de la
RFA pudieron organizar por primera vez retransmisiones en directo de actos
públicos en Berlín Este, incluidos debates con políticos occidentales, que
discutieron los diversos problemas pendientes entre ambos regímenes, entre
ellos el muro, la orden de disparo contra aquellos que intenten huir, la
represión de la oposición política o los permisos para viajar legalmente a
Occidente.
Por otra parte, el prestigioso semanario de Hamburgo Die
Zeit, que edita el ex canciller federal Helmut Schmidt, sacará hoy en
primera página una oferta pública al régimen de Berlín Este para distribuir sus
ediciones en territorio de la RDA.
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