Por HERMANN TERTSCH
El País, Bonn,
07.09.87
HITO INTERALEMÁN
Por primera vez desde la división del territorio alemán en
dos Estados, hace casi 40 años, la República Federal de Alemania (RFA) recibe
hoy al jefe del Estado y del partido comunista de la República Democrática
Alemana (RDA), Erich Honecker. La visita, que ha entrado en la historia antes
de producirse, marca un hito en las relaciones interalemanas y abre una puerta de
esperanza a la resolución del llamado problema alemán. Honecker, constructor
del muro de Berlín, recibirá todos los honores correspondientes a un jefe de
Estado, a pesar de que la Constitución de la RFA no reconoce la existencia de
la República Democrática Alemana como país independiente.
Un millar de personas se concentró la noche del sábado en
Berlín Este en una manifestación no autorizada en favor de la retirada de
misiles en el Este y el Oeste y en apoyo de la política del máximo dirigente
soviético, Mijail Gorbachov. La policía no intervino y se limitó a regular el
tráfico, lo que se considera un hecho insólito. La actitud de la policía hacia
la manifestación ¡legal sólo es explicable en relación con la visita a la
República Federal de Alemania que hoy inicia el jefe del Estado de la República
Democrática Alemana, Erich Honecker.
Las autoridades de Berlín Este no toleran habitualmente
ninguna concentración no organizada oficialmente. Este año se han producido ya
varias manifestaciones espontáneas de jóvenes alemanes orientales en contra del
muro y a favor de la política de Gorbachov. Fueron disueltas por la policía y
se produjeron detenciones.
Los manifestantes, llegados en parte de otras localidades de
la RDA, eran integrantes de grupos pacifistas independientes cercanos a la
Iglesia evangélica.
Durante más de cuatro horas se manifestaron en el barrio de
Prenzlauer Berg, conocido como el distrito más contestatario de la ciudad. Con
velas encendidas y pancartas pidiendo mayores contactos humanos entre Este y
Oeste y el lema "Gorbachov, nuestra esperanza", desfilaron en calma
entonando canciones religiosas.
Grupos de teatro y mimo interpretaron breves parodias sobre
episodios recientes en las relaciones entre las dos Alemanias.
La popularidad de Gorbachov entre la juventud de la RDA es
grande y causa de preocupación para el régimen. Los llamamientos a las
autoridades de Berlín Este a aplicar en su política los principios de glasnost y
perestroika son continuos por parte de la juventud más militante. Los
temores que estos dos términos producen en la jerarquía del partido son tan
patentes como la esperanza que los jóvenes depositan en el dirigente soviético.
La cúpula del régimen teme que, de permitir un debate
público real entre la población, éste acabe cuestionando su legitimidad.
"La URSS hizo su revolución y nadie pone en duda su legitimidad. Si aquí
permiten que critiquemos y hablemos claro, pronto se enfrentarían los
dirigentes con la pregunta de: a vosotros ¿quién os ha puesto donde
estáis?", comentaba hace días un joven a este corresponsal en Berlín Este.
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