Por HERMANN TERTSCH
El País, Bonn,
12.09.87
DIÁLOGO INTERALEMÁN
El Gobierno alemán occidental expresó ayer su satisfacción
por las sorprendentes declaraciones del jefe del Estado de Alemania Oriental,
Erich Honecker, en las que sugirió una "normalización" de la frontera
interalemana. Erich Honecker provocó una pequeña conmoción el jueves por la
noche durante la visita a su ciudad natal, Neunkirchen.
Ante 400 invitados en el Ayuntamiento de esta pequeña
ciudad, Honecker se desvió del texto oficial de su discurso para asegurar:
"La frontera no es como debiera, y esto es así porque pertenecemos a
distintos bloques. Sin embargo, llegará el día en el que esta frontera nos unirá
en vez de separarnos. Igual que la frontera entre la RDA y Polonia une a los
dos Estados". Fue ésta la única vez que Honecker se refirió directamente a
la frontera oeste de la RDA durante su visita de cinco días a Alemania
Occidental que concluyó ayer. Esta frase improvisada causó gran revuelo en
medios políticos de la RFA. Se interpreta como una nueva señal del régimen de
la RDA de que, de no deteriorarse las relaciones, tiene intención de poner fin
a algunas de las prácticas fronterizas más criticadas en Occidente durante la
visita de Honecker a la RFA. Éstas son, aparte del muro y las barreras, sobre
todo la orden que tienen las tropas de vigilancia fronteriza de disparar contra
los ciudadanos de la RDA que intenten huir a Occidente.
El portavoz del Gobierno federal, Friedhelm Ost, manifestó
ayer que "el Gobierno saluda esta declaración como un nuevo indicio de
que la RDA se acerca a la vía propuesta por la RFA para la normalización de las
relaciones". Según medios cercanos a la cancillería, el jefe del Gobierno
federal, Helmut Kohl, ya recibió a principios de semana garantías de Honecker
de que hará todo lo posible por evitar que se produzcan incidentes sangrientos
en la frontera.
El presidente del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD),
Hans Jochen Vogel, elogió la declaración de Honecker y señaló que merece ser
recordada. En medios políticos de Bonn se otorga singular importancia a las
palabras de Honecker, que reconocen por primera vez la profunda anomalía que
supone esta frontera salpicada de violencia. Se coincide en que el jefe del
Estado alemán oriental ha ido más lejos de lo previsto con esta declaración,
que difícilmente podrá retirar en un futuro.
La orden de disparar contra los fugitivos fue levantada
hace semanas.
Clima de distensión
Honecker concluyó ayer en Baviera su histórico viaje a la
RFA en un clima de distensión rayano en la cordialidad. Su anfitrión en Múnich,
Franz Josef Strauss, declaró en un almuerzo en honor de Honecker que "en
los últimos años se han desmontado instalaciones que dificultaban nuestras
relaciones", en referencia a los dispositivos de disparo automático y
campos de minas que ya no existen en la frontera mutua.
Honecker, que visitó con Strauss el campo de concentración
nazi de Dachau, en las afueras de Múnich, reiteró ayer que su visita ha sido
"útil, efectiva y realizada en el momento idóneo". Por la tarde,
regresó a Berlín Este, concluyendo un viaje a la RFA que pasará a los libros de
la historia europea.
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