viernes, 28 de abril de 2017

HUNGRÍA RESPALDA MASIVAMENTE LOS ATAQUES PESE A SU DIFÍCIL POSICIÓN

Por HERMANN TERTSCH
El País,  Budapest, 16.04.99

GUERRA EN YUGOSLAVIA. POLÍTICA Y DIPLOMACIA

Hungría es plenamente consciente de su especial situación ante la guerra en Kosovo, como país fronterizo con Yugoslavia y por contar con una considerable minoría húngara en la provincia serbia de la Voivodina. Pero así y todo, Gobierno, oposición y la inmensa mayoría de la población son plenamente solidarios con la intervención de la Alianza Atlántica y consideran que difícilmente puede haber mayor justificación para una operación armada que intentar frenar el genocidio contra todo un pueblo.
Hungría, que fue el último escenario de la deportación forzosa y la aniquilación de la población judía en Centroeuropa por parte de los nazis, considera inevitable e imprescindible su plena solidaridad con la actual actuación de la OTAN, apenas un mes después de haberse convertido en miembro pleno de la Alianza, según manifestó ayer el portavoz del Gobierno Gabor Horvath. Para el Gobierno húngaro, su cooperación en la operación de la OTAN contra el régimen de Slobodan Milosevic no pone en peligro a la minoría húngara sino que refuerza si cabe su seguridad. "Ésta no es una guerra contra Yugoslavia ni contra el pueblo serbio: es una intervención contra la deportación de una minoría y las atrocidades que un régimen está cometiendo contra sus miembros. En este sentido, la comunidad internacional está dejando claro que no volverá a tolerar jamás que se depure y extermine a una población por sus características étnicas. Es el mejor mensaje de seguridad para los cerca de 350.000 húngaros que viven en la Voivodina", manifestó Horvath.
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, por su parte, ha advertido que el Ejército húngaro ha tomado las medidas pertinentes para evitar que Belgrado intente una extensión del conflicto hacia el norte como al parecer intenta ya provocar hacia el sur en la frontera de Albania. Orban ha dejado claro que Hungría se adhiere plenamente a la política de la OTAN y que está convencido de que "la justicia está de nuestra parte. Este siglo XX nos ha demostrado que no se puede tolerar el genocidio".
Por ser el único país miembro de la OTAN con frontera con Yugoslavia, por contar con una minoría húngara en Serbia que podría ser la próxima víctima de la política de limpieza étnica de Slobodan Milosevic y por no tener frontera común con ningún otro país de la Alianza, Hungría se halla en una situación especialmente delicada ante este conflicto. Por ello, su Gobierno ha manifestado su plena disposición a ceder a la OTAN tanto su espacio aéreo como bases territoriales e instalaciones, pero ha insistido en que no se halla en disposición de enviar tropas ni para una posible intervención terrestre ni para fuerzas de pacificación. El miedo a que la minoría húngara en la Voivodina sufra por ello represalias es demasiado grande. "La OTAN lo entiende y asume perfectamente", manifestaron ayer fuentes gubernamentales.

La posición especial de este nuevo miembro de la OTAN quedó de manifiesto el pasado fin de semana cuando sus autoridades decidieron bloquear un convoy ruso de ayuda al régimen de Belgrado que incluía algunos camiones blindados de claro uso militar y otros de uso civil y militar, además de cantidades ingentes de combustible que claramente violaban las restricciones del embargo impuesto a Yugoslavia por Naciones Unidas.

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