Por HERMANN TERTSCH
El País, Tirana,
30.01.99
El Gobierno de Albania ha lanzado una ofensiva política para
lograr la unidad de las fuerzas políticas y militares de los albanokosovares
ante unas negociaciones que, con intervención militar internacional contra
Serbia o sin ella, se abrirán previsiblemente en los próximos meses. Políticos
kosovares y jefes militares del Ejército de Liberación del Kosovo están pasando
uno tras otro por los despachos gubernamentales de Tirana en los que se les
transmite, no sin presión, el mensaje de que han de encontrar con máxima
urgencia, en cuestión de días o semanas, una fórmula que les permita hablar con
una sola voz en las negociaciones con el régimen de Milosevic. Según ha
manifestado a EL PAÍS el ministro albanés de Asuntos Exteriores, Pascal Milo,
el proceso de unificación, según una propuesta de Tirana, está muy adelantado y
tan sólo falta que lo acepte el presidente electo kosovar, Ibrahim Rugova, al
que se espera en la capital albanesa en los próximos días. Según el ministro de
Asuntos Exteriores albanés, la mesa redonda entre las fuerzas kosovares podría
estar formada dentro de diez días, con tiempo suficiente para tratar el
borrador de acuerdo presentado por el Grupo de Contacto. Milo expresó su
convicción de que las diversas fuerzas kosovares son conscientes de la urgencia
de conseguir una voz unitaria en una mesa redonda antes de que se abran las
negociaciones con la parte serbia.
Engranaje práctico
Frente a las dos posiciones extremas, la de quienes quieren
que la negociación la protagonicen quienes llevan el paso de las operaciones
militares y la de quienes, como Rugova, quieren que el protagonismo sea del
Parlamento elegido hace un año, pero hoy plenamente superado por el
protagonismo y la popularidad del ELK. El Gobierno de Tirana ha propuesto una
mesa redonda que llegue a unos acuerdos para que estos sean después refrendados
por el parlamento. "Se trata de buscarle un engranaje práctico y a un
tiempo institucional al proceso de adopción de posiciones negociadoras. Y es
urgente", señala el ministro en su despacho en Tirana. También está seguro
de que Milosevic solo aceptará acudir a las negociaciones obligado, ya por una
intervención militar de la OTAN o por una amenaza inminente y creíble de la
misma. "No entiende [Milosevic] otro mensaje que el de la fuerza y será
ésta la que le obligue a negociar. En todo caso, creo que la comunidad
internacional le hará entender esta vez que se trata de su última oportunidad.
Que no habrá más iniciativas diplomáticas que ésta".
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