Por HERMANN TERTSCH
El País, Zagreb,
30.10.91
El ministro de Defensa húngaro confirmó ayer que un avión de
las fuerzas federales bombardeó, al parecer por error, la ciudad húngara
fronteriza de Barez, antes de que supuestamente fuera derribado por fuerzas
croatas en la misma frontera. Las relaciones de Serbia con Hungría y Austria
siguen así en constante deterioro.
Dos días antes del incidente de Barcz, un piloto croata huyó
con un Mig 29 de las fuerzas federales a Austria. La negativa de Viena a
devolver el Mig, como exige el Ejército federal, supone un nuevo golpe para las
relaciones entre estas dos capitales.
Una flotilla civil de decenas de barcos de pesca y pasajeros
inició ayer una incierta travesía para romper el bloqueo impuesto por la Marina
federal yugoslava a la ciudad medieval de Dubrovnik, en el mar Adriático.
Mientras, el Ejército insistía ayer en la rendición de las fuerzas croatas que
defienden Dubrovnik y lanzaron violentos ataques contra algunas ciudades de
Eslavonia occidental y la región de Banija, a unos 40 kilómetros de Zagreb.
Un día después de que la Comunidad Europea (CE) anunciara un
ultimátum a Serbia para que se reincorpore a la Conferencia de Paz de La Haya o
afronte sanciones económicas, el Ejército federal controlado por Serbia
intensificaba sus ataques para fortalecer sus posiciones en el este de Croacia
con vistas a futuras negociaciones. Mientras, permitía a algunos periodistas y
a representantes diplomáticos occidentales entrar en Dubrovnik para
contrarrestar el malestar internacional creado por sus ataques a la ciudad
medieval, llamada la joya del Adriático y declarada patrimonio de la
humanidad por la Unesco.
Un mes de asedio
A bordo de estos barcos y del crucero Slavja viajan
centenares de habitantes de la ciudad de Dubrovnik huidos anteriormente del
asedio, así como decenas de artistas, escritores y altos funcionarios del
Gobierno de Croacia decididos a romper el asedio del Ejército a la ciudad medieval
que ya se prolonga durante un mes. Entre los pasajeros se encuentra el
presidente de la extinta presidencia federal yugoslava, el croata Stipe Mesic,
y el vicepresidente del Gobierno croata, Franjo Greguric.
En Zagreb existe la convicción de que el plazo dado por la
CE a Serbia para que se incorpore a la conferencia de paz bajo la amenaza de
sanciones tendrá el efecto inmediato de acelerar algunas acciones militares
como los ataques a Vukovar y Vinkovc¡, dos ciudades bajo intensos ataques desde
hace muchas semanas, pero aún en manos croatas, así como sus esfuerzos por
cortar todas las vías de acceso desde Croacia central a Eslavonia oriental.
El anuncio de sanciones contra Serbia y aquellos que optaran
por boicotear la conferencia podría acelerar la ruptura entre Belgrado y
Montenegro, el hasta ahora fiel aliado del presidente serbio, Slobodan
Milosevic. Las pérdidas de reservistas montenegrinos en el asedio a Dubrovnik y
el temor al aislamiento internacional están creando en Montenegro una creciente
presión sobre sus dirigentes a distanciarse de la línea del presidente serbio.
La ciudad croata de Karlovac y sus inmediaciones
meridionales fueron sometidas ayer a renovados ataques de artillería. La
emisora de radio de la guerrilla serbia en Krajina anunció la próxima
"liberación de Karlovac", lo que sugiere un reforzamiento de los
ataques que acabaría por romper la última comunicación por carreteras croatas
entre Zagreb y la costa. Ya ayer la única vía segura hacia el puerto de Rijeka
era a través de territorio de Eslovenia.
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