Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Zagreb
El País Miércoles,
06.11.91
EL CONFLICTO EN LOS BALCANES
Violentos combates en todo el frente, continuos ataques de
la aviación federal contra diversas ciudades y un renovado asedio de las
Fuerzas Armadas croatas contra cuarteles del Ejército en su territorio marcaron
la jornada de ayer en Croacia, mientras en La Haya Serbia rechazaba
definitivamente el plan de paz comunitario.
El alto el fuego que todas las partes participantes se
avinieron a acordar en la Haya no trajo ayer ningún alivio a los casi 100.000
croatas sitiados en Dubrovnik, Vukovar y Sunja por el Ejército federal, ni a
las decenas de localidades bombardeadas ayer por la artillería pesada y el
fuego de mortero en las regiones de Eslavonia, Banija y Dalmacia. Vukovar
mantiene su resistencia pese a la situación desesperada en que se halla desde
el comienzo de la nueva ofensiva del Ejército federal y la entrada de carros de
combate en el núcleo urbano. En la tarde de ayer, otra columna blindada inició
un nuevo intento de asalto desde Borovo Naselje, mientras se intensificaban los
bombardeos artilleros y de aviación sobre las ruinas de esta ciudad, que tenía
80.000 habitantes antes del comienzo de las hostilidades. En torno a 13.000,
entre ellos 2.000 niños, siguen encerrados en la ciudad viviendo desde hace
semanas casi sin salir de los refugios.
La destrucción en estas regiones, que hasta hace dos meses
afectaba sobre todo a la propiedad de los ciudadanos, se dirige cada vez más
hacia la infraestructura y la industria. Según la Cámara de Comercio croata,
entre el 20% y el 30% de la estructura económica de la república ha sido
destruida, en tres meses de guerra. Tan sólo en el ataque aéreo del lunes, que
se repitió ayer, la ciudad de Sisak, cercana a Zagreb, sufrió daños de más de
100 millones de dólares. Ayer fue destruida la estación ferroviaria de la
ciudad de Novska. Las vías de esta línea, la principal comunicación ferroviaria entre Zagreb y Eslavonia oriental, ya fueron inutilizadas en un ataque con
misiles.
Las fuerzas croatas continuaron ayer su nueva ofensiva
contra los cuarteles del Ejército federal en su territorio. Tres cuarteles en
torno a Karlovac, escenario de algunos de los más violentos combates se
hallaban en llamas en la madrugada de ayer.
Un cuartel del distrito militar de Rijeka, Delcine, resistía
al cierre de esta edición, un ataque de las fuerzas croatas que quieren hacerse
con un importante depósito de armas y munición almacenado allí.
En Karlovac, las fuerzas croatas habían logrado horas antes
incautarse de un importante arsenal de explosivos. También habían infligido
numerosas bajas al Ejército en los cercanos cuarteles de Karnereno y
Logorishte, dos bases que habían protagonizado los ataques que han destruido
gran parte de Karlovac. El ataque a Delcine comenzó en la mañana de ayer. En
los pueblos cercanos centenares de soldados croatas esperaban su posible
intervención.
Muere un general
Ayer se supo que el general serbio Mladen Bratic murió el
lunes cuando dirigía la ofensiva de las fuerzas federales que intentan romper
la fiera resistencia de la ciudad de Vukovar, asediada desde hace más de dos
meses. Es el oficial de mayor rango que muere en esta guerra. Las fuerzas
croatas tomaron ayer la iniciativa en varios puntos del frente si bien la Radio
Croata aseguraba que la Guardia Nacional se limitaba a tareas de contención.
En la región de Eslavonia occidental en torno a Grubishno
Polje, las fuerzas croatas ocuparon pueblos serbios que habían sido abandonados
por sus habitantes. En esta región, las citadas fuerzas descubrieron los
cuerpos de 17 civiles asesinados por autonomistas serbios según fuentes
croatas, informa France Press.
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