Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Calcuta
El País Sábado,
13.09.97
Los restos de la religiosa serán trasladados en el mismo
armón que llevaron a Gandhi
La ceremonia funeraria en honor de la madre Teresa comenzará
hoy a las 9.00 hora de Calcuta, (5.30 hora española) en la iglesia de Santo
Tomás, cuando miembros del ejército carguen el féretro sobre el armón de
artillería -utilizado para los restos de Ghandi- que lo llevará al estadio
Netaji. Los mandos militares han frustrado los intentos de la congregación de
la difunta, Misioneras de la Caridad, de lograr la presencia de pobres y
enfermos en el cortejo hasta el estadio y la propia casa de la madre Teresa,
donde será enterrada.
El alto mando del Ejército ha dejado claro que la situación
creada por la inmensa afluencia de público a los funerales hace imposible
cualquier concesión del control de los actos a las autoridades civiles e
incluso a la policía. Cuatro coches con enfermos a los que la monja difunta y
su orden de misioneras han dedicado las últimas décadas seguirán al cortejo
pero siempre fuera de él y a cierta distancia. A las 10 h. comenzará la misa que
supone el acto oficial y central de este funeral de máximo protocolo del Estado
decidido después de la muerte de la madre Teresa por el jefe del Estado,
Narayanan, y el jefe del Gobierno, Gujral. Ambos presidirán los actos en
Calcuta. La misa será celebrada por el enviado del papa Juan Pablo II, el cardenal
Angelo Sodano, y después será la superiora de las Misioneras de la Caridad y
sucesora de la madre Teresa en el cargo, hermana Nirmala, la que pronuncie un
discurso de recuerdo a su antecesora y de esperanza a todos aquellos que,
beneficiarios de la ayuda de la fallecida, temen quedarse ahora incluso sin
esta ayuda.
Pero es la seguridad una vez más la máxima preocupación en
Calcuta. Ayer volvieron a producirse incidentes cuando el Ejército cerró la
capilla ardiente a los visitantes. Algunos miles de personas que esperaban dar
su último adiós al cadáver comenzaron a empujar al cordón de soldados gritando
"queremos ver a la madre". Los soldados tuvieron que hacer uso de las
porras. Desde hace tres días ya, la policía primero y el Ejército después no han
logrado imponer la hora acordada para el cierre de la capilla que fue
establecida ante todo para evitar que el calor producido por el interminable
desfile de visitantes deteriorara aún más el cuerpo de la madre Teresa, muerta
ya el viernes de la pasada semana a los 87 años.
Las informaciones sobre la inminente llegada a Calcuta de
centenares de miles de habitantes de los misérrimos suburbios de la ciudad y de
que miles de personas habían cruzado ilegalmente la frontera de Bangla Desh con
la India para acudir a la ceremonia no han hecho sino alarmar aún más a los
responsables de la seguridad.
La tomadura de pelo a las autoridades que ha supuesto el
hecho de que uno de los líderes separatistas cachemiros más buscados se
personara en la capilla ardiente y lograra huir, sólo ha dejado en mayor
evidencia estas dificultades de las fuerzas de seguridad ante un acto sin
precedentes en la historia de la India.
La mayor parte de las personalidades que habían anunciado su
asistencia llegarán a Calcuta desde Nueva Delhi horas antes del funeral,
siguiendo así los consejos del Gobierno indio que alegaba sobre todo
dificultades de alojamiento en esta decrépita ciudad pero que sugería también
su incapacidad de garantizar la seguridad a todas y cada una de las personalidades
asistentes. Entre ellas estarán la reina de España, Doña Sofía; la primera dama
norteamericana, Hillary Clinton, y diversos jefes de Estado entre ellos el
francés Chirac, el italiano Scalfaro y el checo Havel; varios primeros
ministros, y numerosas delegaciones de rango ministerial.
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