Por HERMANN TERTSCH
El País, Zagreb,
03.09.91
El acuerdo de vigilancia internacional del alto el fuego en
Yugoslavia, firmado en la madrugada de ayer en Belgrado tras masiva presión de
la Comunidad Europea sobre Serbia, mostró ya sus primeras fisuras con el
rechazo del mismo por dirigentes de la guerrilla serbia y nuevos y violentos
combates en las regiones croatas de Banija y Lika, en los que se vio envuelto
el Ejército federal.
Durante todo el día de ayer se registraron violentos
combates en la ciudad croata de Petrinja, entre fuerzas de la Guardia Nacional
croata y el ejército federal. Según la agencia Tanjug, se produjeron
enfrentamientos en torno a un cuartel del centro de la ciudad en el que se
hallaban unos 40 periodistas yugoslavos y extranjeros. Las ciudades de Sisak,
Vukovar y Okujani fueron también escenario de combates entre fuerzas croatas y
serbias con la participación de tropas federales. De la fragilidad del alto el fuego
dio cuenta el ministro austríaco de Asuntos Exteriores, Alois Mock, quien
declaró poco después de la firma que Yugoslavia está más cerca que nunca de la
guerra total.
El acuerdo, basado en la declaración de la Comunidad Europea
hecha el 27 de agosto, fue firmado pasadas las dos de la mañana, tras ocho
horas de debate y después de que el presidente del Consejo de Ministros de la
CE, el holandés Hans van der Broek, advirtiera a Serbia y su aliada Montenegro
que tenían media hora para firmar o rechazar el plan de paz.
Tan sólo entonces cesó el representante de Serbia en la
presidencia federal, Borislav Jovic, en sus pretensiones de cambiar el texto
presentado por la CE. Poco después, y firmado ya por el presidente federal,
Stipe Mesic; el primer ministro federal, Ante Markovic, y los presidentes de
las demás repúblicas, el documento era suscrito también por el presidente de
Serbia, Slobodan Milosevic.
La parte serbia hizo saber después que su firma se debía a
las fuertes presiones y se distanció, al igual que otras repúblicas, de la
primera parte de la Declaración de Bruselas, que hace recaer sobre Serbia la
responsabilidad principal de la continuación del conflicto.
El presidente del Consejo de Ministros de la CE había
llegado a Belgrado el sábado por la tarde, tan sólo horas después de hacerse
pública la disposición de Serbia a aceptar el documento con diversas reservas.
Durante el largo y duro debate entre las partes que se
produjo después durante ocho horas, la CE dejó claro que no negociaría ya el
texto y que Serbia debía firmar si no quería ser tachada abiertamente como
fuerza agresora por Europa y ser objeto de sanciones.
El presidente croata, Franjo Tudjman, calificó de "gran
victoria de la política de paz de Croacia este acuerdo" que permitirá la
presencia de observadores de los 12 países de la Comunidad más Suecia, Canadá,
Polonia y Checoslovaquia para vigilar el respeto al alto el fuego y determinar
los responsables de posibles violaciones del mismo.
Tudjman se mostró muy satisfecho por el hecho de que bajo la
presión de la CE Serbia tuviera que firmar el documento que identifica a esta
república como parte del conflicto, extremo hasta ahora negado por las
autoridades serbias, que aseguraban que éste se producía entre la minoría
serbia en Croacia y el "Gobierno terrorista" de Zagreb.
"Primer paso vital"
Tudjman reconoció que "nadie es tan iluso como para
pensar que la solución se ha alcanzado con la firma de este trozo de
papel", pero habló, al igual que Hans van der Broek, de "un primer
paso vital" que puede evitar la guerra total. "La batalla por la paz
aún está por delante". Tudjman expresó sus esperanzas de que el acuerdo
sea cumplido. "Los que se oponían han sido obligados a firmarlo. Espero
que también sean obligados a cumplirlo", añadió.
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