Por HERMANN TERTSCH
El País, Zagreb,
07.10.91
GUERRA EN LOS BALCANES
Fuertes bombardeos artilleros de las ciudades de Sisak y
Karlovac, al sur de Zagreb; la caída, al menos parcial, de la ciudad croata de
Vukovar en manos serbias, y numerosos ataques aéreos sobre ciudades costeras y
suburbios de Zagreb, dejaron ayer meridianamente claro que se ha impuesto la
lógica de la guerra en Yugoslavia. Ambas partes parecían ayer dispuestas a que
las armas decidieran la correlación de fuerzas en los próximos días.
Mientras el Ejército y los reservistas serbios
intensificaban sus ataques en todo el frente, la Guardia Nacional comenzó un
ataque contra diversos cuarteles federales para tomarlos y hacerse con equipo
y armas destinadas a paliar su debilidad ante las batallas que esperan en los
próximos días. Una columna de 30 tanques arrebatados por los croatas al
Ejército se puso ayer en Bjelovar rumbo a la región de Banija, previsiblemente
para reforzar el asalto a alguno de los cuarteles en esta zona. El general
yugoslavo Andrea Razeta, jefe de la V Región Militar, que cubre la mayor parte
de Croacia, declaró ayer a EL PAÍS que la llamada a la movilización general
hecha por el presidente Franjo Tudjman en la noche del sábado equivale a la
declaración de la guerra total. Según Razeta, no habrá un alto el fuego
mientras las fuerzas croatas no levanten los bloqueos a los cuarteles del
Ejército federal. Razeta advirtió que destruirá "objetivos estratégicos"
en la capital croata si los dos cuarteles en la ciudad son atacados, pero negó
que el Ejército tuviera intención de tomar Zagreb.
Miles de croatas acudieron ayer, pese a ser domingo, a las
oficinas de reclutamiento siguiendo el llamamiento a la movilización del presidente.
Éste había dicho en una dramática alocución televisada el sábado por la noche
que los esfuerzos de paz de su Gobierno han fracasado por la voluntad de
agresión y conquista territorial de las fuerzas "serbio-comunistas",
y pidió a todos los croatas que asumieran su "sagrado deber de defender la
nación croata de la agresión".
Los cuatro miembros del bloque serbio, se reunieron ayer por
la tarde en Belgrado para discutir la situación política en el país y tomar
medidas relevantes. La primera decisión de la presidencia incompleta, cuyas
competencias el resto de los miembros no considera válidas, fue la proclamación
de la movilización parcial. A continuación precisaron que las leyes militares
serían aplicadas a los reservistas y a los desertores, a quienes no acudan al
llamamiento de las Fuerzas Armadas y a cuantos rehúsen obedecer las órdenes. En
casos especiales, se puede aplicar la pena de muerte, según se informa desde
Belgrado. Las amenazas de sanciones de la Comunidad Europea y los intentos de
ambas partes contendientes de echarse mutuamente la culpa de la masiva
violencia eran ayer meros fenómenos marginales ante la virulencia de los
combates y la afluencia continua de muertos y heridos a los hospitales de las
regiones en crisis. Sin embargo, tras su reunión, el bloque serbio, rechazó
de plano las acusaciones de la CE afirmando que las decisiones de su organismo
son un "asunto interno" que solo pueden ser condenadas por el
Tribunal Constitucional yugoslavo.
Los fuertes combates en Duga Resa y Karlovac, en la Banija,
y los bombardeos de posiciones croatas a lo largo del río Kupa, a 40 kilómetros
de Zagreb, causaron ayer un número indeterminado de víctimas entre la Guardia
Nacional. El periodista canadiense Peter Brysky, que trabajaba ocasionalmente
como reportero gráfico para la agencia Associated Press murió al mediodía de
ayer en Karlovac. Otros dos periodistas japoneses fueron heridos en la misma
zona y su estado fue calificado de muy grave por la radio croata.
Radio Belgrado, serbia, entró ayer en la guerra de
comunicaciones con el anuncio del fusilamiento de Davor Markovasic, un criminal
de guerra croata calificado de "conocido necrófilo", al que se acusó
de elaborar collares con dedos de niños serbios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario