Por HERMANN TERTSCH
El País Sábado,
20.12.97
TRIBUNA
La noche siempre tuvo mala fama. Drácula y algunos célebres
asesinos reales como el Destripador gustaban de salir de noche. Y la derecha es
contraria al terror nocturno. Más que al diurno. Por eso, ahora que nuestra
derecha se ve bien instalada en el poder, ha decidido emprender lo que los
comunistas, madrileños ellos o no, llamaban "transformar la
realidad". Leyes y policía para hacer costumbres. Y muchas más leyes y muchos
más policías para aniquilar las existentes.
De ahí la ofensiva de nuestras autoridades madrileñas contra
esos nidos de golfos, jovencitos insomnes, guapas impertinentes, drogatas,
putas, locos y policías que son los llamados after-hours, locales que
inician la juerga cuando los próceres del PP están en pleno cepillado dental de
la mañana.
Nos anuncian que han liquidado los after-hours por
decreto. No me va a entrar a mí ahora el ramalazo social de hablar de los
cientos de familias que viven, honradamente, de dar de beber, comer, bailar y
brujulear a los pocos miles de noctámbulos que subsisten en la capital de
España después de años de angustiosa, tediosa y tontiloca alvarezmanzanería.
Que se busquen la vida vendiendo drogas, eso sí, de día. Como Dios manda.
En realidad, la política para acabar con este fenómeno
madrileño que tantos nos envidian sólo se debe al miedo. Nuestra derecha tiene
miedo a que sus hijos e hijas encuentren sitios en los que se diviertan más que
en casa o durmiendo. Y a que se topen con gente distinta a la que encuentran en
sus cursos de sus oposiciones o fiestas de canapé y cara lavadita.
La derecha tiene miedo a la noche madrileña y la quiere
matar. Lleva tiempo en ello. Y lo hará. Reventarán esa galería felliniana que
Madrid ha desarrollado en las últimas décadas. Los hijos de nuestra derecha
comprarán sus drogas al mediodía, como Dios manda. Y se pondrán ciegos de copas
de mañana. No les vaya a sorprender la noche. Los hábitos de sus chicos me
traen al pairo. Pero irrita que traten a los demás como a alumnas de las
Irlandesas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario