jueves, 4 de mayo de 2017

LOS LEALES A MILOSEVIC IMPIDEN LA CAÍDA DEL JEFE DE LOS SERVICIOS SECRETOS

Por HERMANN TERTSCH
El País,  Belgrado, 03.11.2000

La coalición DOS del nuevo presidente yugoslavo, Vojislav Kostunica, está dispuesta a asumir los retos que los aún leales a su antecesor Slobodan Milosevic intentan lanzarles desde su cada vez más débil posición. La batalla se centra ahora en la dimisión del jefe de los servicios secretos serbios, Radomir Markovic, acusado al menos de un asesinato. DOS ha lanzado un ultimátum: o dimite del cargo o se retiran del Gobierno de coalición.

Cambios en el Ejército
Así comenzaba ayer, con incierto desenlace, el mayor pulso político desde el 5 de octubre entre los vencedores en las urnas y el poder establecido por Milosevic en 12 años de reinado absoluto. Markovic está acusado entre otros muchos delitos de haber sido personalmente responsable del seguimiento y posterior asesinato del periodista Slavko Curuvija. La viuda del informador ha confirmado la autenticidad de los documentos que implican a Markovic, ya que contienen datos que sólo ella o su marido habrían podido certificar. Cuando el Partido Socialista Serbio de Milosevic, hoy representado por el primer ministro interino de Serbia, Milomir Minic, parecía haber reconocido la inutilidad de resistirse a la caída de Markovic (su dimisión estaba prevista el miércoles), algo o alguien la evitó y volvió a actualizar la amenaza de la nueva mayoría de la coalición DOS con abandonar el Gobierno de transición de Serbia si el jefe de la policía política no dimite o es destituido de inmediato.
Los acontecimientos en Belgrado se suceden a un ritmo de vértigo y los intereses que en ellos se dirimen son tan graves -van desde la opulencia económica a la persecución penal-, que nadie se atreve a hacer vaticinios a corto plazo.
Mientras se impone la convicción de que tanto Slobodan Milosevic como el general Ratko Mladic (responsable de las matanzas en Bosnia) y muchos de sus cómplices acabarán en el banquillo, en Belgrado o en La Haya ante el Tribunal Penal Internacional para los crímenes en la ex Yugoslavia, son muchas las consideraciones que la nueva dirección política del país ha de tener en cuenta para que la transición se produzca con unos visos de legalidad, o incluso legalismo, y que evite todo intento por parte de algunos de evocar una caza de brujas.
Fuentes políticas en Belgrado indican que igual que están contados los días de Markovic, haga lo que haga, lo están los del jefe del Estado Mayor del Ejército, general Nebosja Pavkovic. El actual jefe del Estado Mayor, que intenta acumular méritos para no ser arrastrado por la ola de renovación democrática, tiene los días contados, dicen dichas fuentes. "Puede ser cuestión de semanas, pero lo que está claro es que Kostunica es lo suficientemente prudente para esperar el tiempo que sea necesario. La urgencia la deben poner otros, él sólo debe administrarla". También los miembros de la Junta Electoral Central, responsables de anunciar un resultado electoral tan obviamente fraudulento como el del 24 de septiembre, están siendo investigados por la fiscalía y la búsqueda de responsabilidades tiende a extenderse a otros ámbitos.
En cuanto a Milosevic, algunos medios de Belgrado aseguran que se encuentra en una instalación militar y no en su residencia de Dedinje y que, aunque oficialmente nadie le impide salir, se sabe preso por su incapacidad de moverse fuera sin una protección de la que ya no dispone.

En Belgrado ha cambiado por completo el ánimo en estas semanas y hoy son muy pocos los que creen que Milosevic, su mujer y sus íntimos colaboradores no estarán, a corto o medio plazo, ante un tribunal de justicia.

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