jueves, 4 de mayo de 2017

UNA INMENSA ‘LAVANDERÍA’

Por HERMANN TERTSCH
El País  Domingo, 26.11.2000

REPORTAJE

Una eventual oleada de refugiados y guerrilleros procedentes de Colombia, en huida hacia la zona panameña de Darien, provocaría una situación gravísima, que fácilmente algunos utilizarían en Panamá como pretexto para defender la necesidad de un retorno del Ejército de Estados Unidos. Panamá vive del canal -de la consignación de buques-, de la intangibilidad fiscal para las empresas extranjeras y del movimiento de dinero, en gran parte procedente de ese narcotráfico. "Esta ciudad es ante todo eso, una inmensa lavandería", admite un diplomático europeo, un lugar donde los beneficios procedentes de la droga adquieren cierta respetabilidad para su posterior curso legal.
Un aumento de la inestabilidad en la zona supondría el derrumbe de muchos de estos negocios. "Nada hay más asustadizo que el dólar estadounidense", recuerda Daniel Delgado. Si éste huye y la guerra salta las fronteras, el panorama general podría pronto ser una pesadilla.
Hay buenas noticias en algunos frentes de aquella maltratada área. Magníficos hoteles en las zonas selváticas junto al canal atraen a viajeros de todo el mundo, antiguos cuarteles y residencias de oficiales estadounidenses sirven hoy a la población panameña para alojar a su población y crear una incipiente industria del turismo.

El canal funciona bajo autoridad panameña tan bien o mejor que bajo la estadounidense como atestiguan las compañías marítimas. Y ha desaparecido una rémora colonialista, que era una afrenta política y sentimental para toda Latinoamérica.

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