Por HERMANN TERTSCH / MIGUEL GONZÁLEZ
Enviados Especiales a Estambul
El País Sábado,
20.11.99
CUMBRE DE LA OSCE EN ESTAMBUL
El ministro de Asuntos Exteriores de Chechenia, Ilias
Ajmadov, no podía entrar en el recinto oficial de prensa de la cumbre de la
OSCE en Estambul. Pero vino a la antigua capital otomana para ayudar a que se
cumpliera la única esperanza en esta cumbre que parece haberse cumplido.
"Todo el mundo sabe ya hoy lo que pasa en Chechenia. Todo el mundo sabe ya
lo que están haciendo allí los rusos. Eso era muy importante que
sucediera", declaraba ayer a EL PAÍS en un centro de prensa de
organizaciones no gubernamentales (ONG) y rodeado tan sólo de su muy modesta
delegación.
Ajmadov manifestó que no serán las promesas vertidas por la
delegación rusa en Estambul lo que abra la vía a una solución política de la
crisis, pero que está convencido de que, tarde o temprano, ésta llegará.
"Porque Rusia sabe que tiene que hacerlo, que no hay otro remedio".
Ajmadov es más conciliador que su delegación. Todos consideran que las
numerosas críticas a la ofensiva militar rusa que se han vertido en Estambul
responden a la buena voluntad. Pero todos están también de acuerdo en que Rusia
no ha firmado nada vinculante y que la concesión rusa sólo está en las cabezas
de las delegaciones del resto de países que no podían asumir un fracaso de la
cumbre por una causa como la de su minúsculo pueblo.
El portavoz de la delegación chechena, Sali Brandt, dijo que
su Gobierno se compromete de inmediato a entregar a Rusia a todos aquellos
individuos chechenos a los que se pueda probar su implicación en los atentados
con bomba en Moscú y otras ciudades rusas. "Les entregaríamos de inmediato
a los terroristas. Pero los rusos no ofrecen pruebas porque no existen".
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