Por HERMANN TERTSCH / MIGUEL GONZÁLEZ
El País, Estambul,
19.11.99
LA CUMBRE DE ESTAMBUL
El presidente del Gobierno, José María Aznar, presentó ayer
como un éxito de la diplomacia española la contundente condena del terrorismo
de la Carta para la Seguridad Europea que será firmada hoy en la Cumbre de la
OSCE. El problema es que la repulsa del terrorismo ha sido utilizada por Rusia
para justificar su campaña en Chechenia, que la OSCE ha evitado condenar a
cambio de mínimas concesiones de Moscú. "¿Cómo vamos a condenar a Rusia en
la declaración final y pretender que Rusia la asuma?", alegó Aznar.
Frente a la contundencia de otros mandatarios europeos,
especialmente del francés Jacques Chirac, Aznar fue muy suave en sus críticas a
Rusia. En su discurso ante el pleno, se limitó a manifestar su "inquietud
por la situación del Cáucaso" y a abogar por "una solución política
al conflicto de Chechenia". Agregó que "el uso de la fuerza no debe
ser desproporcionado ni indiscriminado" y que "la ayuda internacional
debe llegar a las personas afectadas". Matizó que "el incumplimiento
de los compromisos asumidos por los Estados es asunto de preocupación legítima
de los demás" y "no debe considerarse injerencia en los asuntos
internos". Estas manifestaciones las acompañó de una enérgica condena de
los actos terroristas que ha sufrido Rusia y de un apoyo "sin
reservas" a su integridad territorial.
Por la tarde, en conferencia de prensa, afirmó que lo eficaz
no es aprobar declaraciones de condena, sino "establecer cauces para que
el problema se pueda solucionar", ya que la estabilidad de Rusia "es
básica para la seguridad europea". El presidente reconoció que el
conflicto de Chechenia ha frustrado en parte uno de los principales objetivos
de esta cumbre: recuperar el entendimiento entre los países occidentales y
Moscú, seriamente dañado por la guerra de Kosovo.
Pese a ello, aseguró que la reunión de Estambul supondrá un
"hito" en el camino hacia dicha reconciliación y calificó la firma de
la Carta para la Seguridad Europea por parte de las autoridades rusas de
"paso esperanzador". En la misma línea, afirmó que el incumplimiento
del tratado CFE (sobre reducción de fuerzas convencionales) por parte de Moscú
no debe ser obstáculo para que se avance en el proceso de desarme con la firma
de la nueva versión del acuerdo.
"Mención contundente"
"La Carta de Seguridad condena expresamente el
terrorismo en todas sus formas", afirmó también Aznar en la cumbre.
"España se felicita por esta mención contundente y clarificadora. La
utilización del terrorismo quita cualquier legitimidad a quienes utilizan sus
métodos bárbaros para alcanzar objetivos supuestamente políticos". Más
tarde señaló que la condena del terrorismo incluida en la carta no hay que
valorarla pensando en los beneficios prácticos que pueda reportar a España,
sino por su carácter novedoso. El documento, no vinculante, afirma que el
terrorismo es "inaceptable", insta a los Estados a redoblar esfuerzos
para prevenir sus actos y a evitar los santuarios.
Otro aspecto de la Carta que subrayó Aznar como aportación
española es el reconocimiento de que la seguridad del Mediterráneo resulta
indivisible y la decisión de reforzar la cooperación de la OSCE con los países
ribereños de dicho mar. Seis de ellos (Israel, Jordania, Egipto, Túnez, Argelia
y Marruecos) han asistido como invitados a Estambul. La presencia de más de
medio centenar de jefes de Estado y Gobierno -el gran ausente fue el británico
Tony Blair- hizo que proliferasen los encuentros bilaterales, muchos de ellos
más interesantes que la propia cumbre. La agenda de Aznar fue de perfil bajo.
Se entrevistó con los presidentes de Eslovaquia, Rudolf Schuster, y Kazajstán,
Nursultán Nazarbayev, con los primeros ministros de Grecia, Constantine Simitis
y Malta, Edward Fenech Adami, y con el jefe de la diplomacia marroquí, Mohamed
Benaissa.
El almuerzo dio, sin embargo, la oportunidad a Aznar de
departir con el primer ministro israelí, Ehud Barak, sobre el proceso de paz en
Oriente Próximo y en los pasillos también pudo cruzar unas palabras con el
presidente de EEUU, Bill Clinton. Aznar no aclaró si le había informado sobre
la reciente Cumbre Iberoamericana de La Habana y sólo reveló que Clinton mostró
interés en mantener una larga conversación con él.
Aún tuvo tiempo el presidente de recibir a un grupo de
bomberos de la Diputación de Huelva y del Ayuntamiento de A Estrada
(Pontevedra) que han participado en las labores de rescate de las víctimas del
terremoto que se produjo el pasado viernes en la zona noroccidental de Turquía.
"Lo único que me han pedido", reveló satisfecho, "es poder
llevar la bandera de España en el uniforme. Espero que mañana mismo esté
solucionado".
No hay comentarios:
Publicar un comentario