Por HERMANN TERTSCH
El País, San
Sebastián, 11.07.2000
Cita balcánica en Durres
Quienes especulan con los plazos y posibilidades para la
ampliación de la Unión Europea (UE) están jugando con la estabilidad política y
social de unos países que podrían ser a medio plazo, en todo caso antes de lo
que nadie quisiera, focos de tensión e incluso violencia. Las jóvenes
democracias de Centroeuropa han logrado realizar unas transiciones políticas
desde la dictadura a la democracia que son en gran parte ejemplares -en
contraste con los Balcanes-, pero cuyo principal motor ha sido precisamente la
ambición de ingresar en el exclusivo club de las democracias occidentales. Pero
Bruselas y los miembros de la UE están infravalorando el potencial de
desestabilización que generan las expectativas no cumplidas en unas sociedades
que ven cómo sus intentos de ingresar en una sociedad de Estados que creían
deseosa de aceptarlas les niega una y otra vez un plan claro y específico de
ingreso. El ex primer ministro de Eslovenia Janez Drnovsek, advirtió ayer en
San Sebastián sobre los peligros de la acumulación de frustraciones que la
incertidumbre y los presumibles retrasos en la fijación de plazos genera en las
poblaciones de Europa Central y Oriental. Europa "necesita unas
instituciones lo suficientemente fuertes para que no se repita lo sucedido en
los Balcanes", dijo Drnovsek.
En la sesión inaugural del curso de la Asociación de
Periodistas Europeos en la Universidad del País Vasco (UPV), tanto Drnovsek
como el ex primer ministro polaco Wlodimiercz Cimoszewicz destacaron el
potencial de riesgo que entraña la indecisión de los miembros de la Unión
Europea en perfilar un calendario asumible y cercano para la admisión de los
países centroeuropeos.
En San Sebastián estaba también presente Andras Inotai,
director del Instituto de Economía Mundial de Budapest y una de las máximas
autoridades económicas en la transformación hacia el liberalismo de las
economías centralizadas comunistas. Inotai dejó claro que "la alternativa
a la adhesión son el extremismo y la demagogia". El magnífico efecto de la
ilusión de la Europa libre y unida puede trastocarse en resentimiento, según
señaló. Bruselas y todos los miembros de la UE deberían tenerlo presente.
En Durres (oeste de Albania), los primeros ministros de
Albania, Ilir Meta; de Montenegro, Filip Vujanovic, y de Macedonia, Ljupco
Gueorguievski, mostraron ayer su respaldo a Montenegro y a la oposición serbia,
a la vez que condenaron la política del Gobierno federal yugoslavo, informa
Efe. "Apoyamos a la oposición en Serbia y a las fuerzas progresistas en
Montenegro", indicó un comunicado conjunto emitido tras la reunión que los
tres políticos celebraron en el puerto albanés. El encuentro, el segundo que
mantienen este año los tres jefes de Gobierno, se centró en la crisis provocada
la semana pasada en Yugoslavia por las enmiendas a la Constitución por las que
Belgrado redujo el protagonismo de Montenegro en la Federación.
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