Por HERMANN TERTSCH / MIGUEL GONZÁLEZ
El País, Estambul,
20.11.99
CUMBRE DE LA OSCE EN ESTAMBUL
La cumbre de la Organización para la Seguridad y Cooperación
en Europa (OSCE) habría sido un rotundo fracaso de no haberse firmado unos
documentos que confirman la necesidad del encuentro, disimulan las crecientes
diferencias entre Moscú y otros miembros y mantienen, aunque precariamente, la
dirección general del proceso de cooperación europea. El primer acuerdo en
firmarse fue el Tratado sobre Limitación de Armas Convencionales en Europa
(CFE), que fue firmado inicialmente en Viena en 1990, cuando aún existía el
Pacto de Varsovia como gran interlocutor en negociaciones de armamento con la
OTAN.
Hoy la situación ha cambiado drásticamente. Tres antiguos
miembros del Pacto de Varsovia, Polonia, Hungría y la República Checa como uno
de los dos Estados sucesores de Checoslovaquia, son ya miembros de la OTAN.
Otros, como Eslovaquia, Rumanía y Bulgaria, han solicitado su ingreso.
Pero el CFE actualizado nace con un defecto serio, y es la
masiva violación que Rusia comete en la actualidad del tratado ya firmado
entonces. El secretario general en funciones de la OSCE, el noruego Knut
Vollebaek, manifestó ayer que aunque Rusia está violando en el Cáucaso este
acuerdo, lo está haciendo mostrando su disposición a colaborar con Occidente
para acabar lo antes posible con esta situación anómala. Según Vollabaek,
fueron las autoridades rusas las que se pusieron en contacto con el resto de
los firmantes y avisaron de su necesidad de superar los techos de armamento
estipulado.
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